El Marchamalo regresa por la puerta grande

27/04/2014 - 16:05 Ana G. Hernández

Un total de 16 jugadores de la actual plantilla del Marchamalo lloraron amargamente el 19 de mayo de 2013 en el San Miguel. Había empatado a dos contra el Azuqueca, el descenso a Primera Preferente se consumaba. Prácticamente un año después, esos 16 jugadores junto a otros tantos celebraban, ilusionados, el ascenso a la categoría que nunca debieron perder, la de Tercera División. La promoción a una categoría superior no es casual, los gallardos han realizado una temporada impecable demostrando ser el mejor equipo del Grupo II de Primera Autonómica Preferente.


Así las cosas, a falta de dos jornadas para la conclusión de la liga regular, el Marchamalo consumó su ascenso a la máxima categoría regional. Para ello solo necesitaba el empate ante el Ciudad de Talavera, pero los verdillos no se conformaron con las tablas ante un rival inferior, querían levantar la copa de campeón después de realizar un gran partido y vencer a su contrincante. Y así lo hicieron. Desde el primer minuto se hicieron con la posesión del cuero y el dominio del encuentro, solo tocaba esperar para abrir la lata talaverana.


La primera gran ocasión llegó al cuarto de hora, pero a Miguel Pérez se le hizo de noche después de recortar a uno de los centrales amarillos. Era el primer aviso serio del líder de la categoría. Diez minutos después, el Marchamalo no fallaría y, más concretamente, su capitán, Daoiz. El punta, con mucha sangre fría, convertía una pena máxima provocada por Manolo. Y es que, cuando el ‘10’ verdillo coge la manija y el tempo del partido, las ocasiones se suceden sin que ningún rival lo pueda evitar. En esta ocasión, hizo suya la línea de fondo y se dedicó a sortear rivales hasta que Tarri, el capitán visitante, solo pudo derribarle dentro del área. El penalti era tan claro que ni siquiera protestó.


Con la victoria en el bolsillo, dada la incapacidad visitante para llegar a la meta defendida por De la Serna que solo tuvo que intervenir una vez en todo el duelo, el público marchamalero disfrutó de su equipo, tanto que en la siguiente jugada, con olés incluidos, los hombres de Manolo Andradas sentenciaron el choque. Fue Cabanillas el encargado de rematar la mejor combinación del partido. Lo hizo con la testa y al palo largo, un broche de oro para culminar la jugada más brillante.


Con dos goles arriba, el partido no cambió. El Marchamalo llevaba la batuta y el Ciudad de Talavera se movía al ritmo que marcaban los mediocentros gallardos, quién sabe si iluminados por la charanga que amenizaba el duelo. Tras el descanso, más de lo mismo, dominio apabullante de los locales, pero que no se transformaba en goles a su favor. Miguel Pérez, Manolo y Bata dispusieron de sendas ocasiones para aumentar la diferencia en el marcador; pero los tres, disparo al lateral de la red, vaselina por encima del travesaño y chut con intrusión de un defensa cuando el balón se colaba en la portería visitante, con el mismo resultado: el luminoso no pasaba del número 2. Pajares fue el último jugador local que lo probó cuando el partido expiraba, pero con el mismo resultado que los anteriores. Fue entonces cuando el Ciudad de Talavera hizo su única aparición ofensiva de todo el partido. Ortega intentó fusilar a De la Serna desde la frontal del área, con el lucimiento de éste último como lo más destacado de la oportunidad amarilla.


El partido ante el Ciudad de Talavera fue la traca final del gran campeonato que ha realizado el Marchamalo esta temporada, pero también el pistoletazo de salida para las fiestas que la localidad celebra del 1 al 4 de mayo en honor a su patrón, el Gallardo. Un gran comienzo amenizado por sus fieles, los gallardos, que visten de verde sobre el césped de La Solana y que se coronaron campeones del Grupo II de Primera Autonómica Preferente antes de la festividad patronal.