Ahondando en la despoblación
Nuevamente se habló sobre realidades, necesidades, líneas de trabajo, desde la experiencia y las posibilidades.
El 14 de diciembre de 2018 el Parador de Sigüenza acogía un foro sobre Desarrollo Rural, organizado por los cinco grupos de acción local de la provincia y Nueva Alcarria con el respaldo del Gobierno regional y la Diputación. Allí se aprobaba, a modo de conclusiones, un decálogo al que se denominó ‘Manifiesto de Sigüenza’ con medidas concretas a adoptar para luchar contra la despoblación. En los meses siguientes numerosos colectivos y administraciones se fueron adhiriendo a su contenido. Casi un año después, en este mismo escenario, con amplia representación institucional y numerosas personalidades de distintos campos han debatido en seis mesas redondas sobre las mismas cuestiones con semejantes valoraciones. Lo que ha cambiado en este tiempo ha sido el creciente grado de concienciación entre la sociedad y la propia clase política sobre un problema real a tiempo de solucionarse. Desde aquel primer foro hasta el celebrado este miércoles se han dado pasos concretos y definitivos en la pelea por la revitalización del mundo rural como la creación de un comisionado para El Reto Demográfico, al que se va dotando de estructura en el Gobierno regional o la inclusión en los programas electorales de las distintas formaciones de esta cuestión hasta el punto de encontrarse en el preacuerdo del posible futuro gobierno de coalición la necesidad de actuación en muchas zonas para garantizar la igualdad de derechos de sus moradores con el resto de españoles. Nadie niega ya que estamos ante una situación grave, la decrepitud de nuestros pueblos, la falta de trabajo que obliga al éxodo no deseado y de que se trata de una emergencia dar soluciones que permitan disponer de los medios precisos para seguir viviendo en una pequeña localidad. Apuesta por la mujer, cabeza de familia a la hora de fijar el domicilio de la unidad, mejora de la conectividad llevando la banda ancha a todos los pueblos, acceso a los servicios públicos vitales como educación, sanidad, dependencia, apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género, garantizar la seguridad, fiscalidad especial para el medio rural… Nuevamente se habló sobre realidades, necesidades, líneas de trabajo, desde la experiencia y las posibilidades. Se hace imprescindible un pacto de Estado, consenso político, unidad de acción y congresos donde es posible el diálogo y el encuentro de puntos en común sirven como acicate e instrumentos útiles en el objetivo compartido de salvar buena parte de España de la desertización.