Algunos apuntes de psiquiatría
10/09/2015 - 23:00
Querido y admirado señor Monje: desde hace unos días, la prensa está sacando a colación asuntos relacionados con la psiquiatría. Soy psiquiatra desde hace cincuenta años. Con mis ochenta y cuatro años conozco algo de psiquiatría y muy poco de las personas. En mis tres primeros años en la escuela de psiquiatría con el doctor López Ibor (RIP), aprendí enseguida que las personas tenemos espíritu, psicología y cuerpo. Vi que teníamos que tener una gran delicadeza con algo tan escurridizo como el espíritu y pude comprobar que según se cerraban las ventanas de los confesionarios se abrían las puertas del psiquiatra.
Te nombro algunos autores, Kierkegaard, con su libro Concepto sobre la angustia, Nietsche con su Superhombre y la idea de que Dios ha muerto pero goza de buena salud.
Otros pensadores posan su mirada sobre Sócrates y el eritis scientes para explicar la ansiedad, la angustia, la inquietud, la depresión y poder llegar a la catarsis que es la mitigación de la pena y el dolor al contar sus problemas. A veces se confunde con un enamoramiento de la paciente hacia el psiquiatra por ese fenómeno que llamamos transferencia, situación en la que hay que tener una profunda delicadeza para que el psiquiatra no se pseudoenamore por la contra transferencia, por lo que la delicadeza en el trato con la paciente ha de ser extrema.
La psiquiatría ha de ser humilde, también el psiquiatra que debe conocer a otros autores.
Freud influyo más en la literatura y en la cultura que en la propia psiquiatría, ya que el difunto profesor López Ibor escribió un libro titulado La Agonía del Psicoanálisis. ¡Benditos psicofármacos que han salvado tantas vidas, y bendita psicoterapia, sobretodo lo antropológico-existencial que ha encauzado por caminos de verdad la vida del quehacer humano! No hay que olvidar a Kant, Hegel y otros muchos que tornan su quehacer literario en el espíritu sentiente como Zubiri, Giordano Bruno y tantos otros que van buscando la verdad. No quiero empalagar al lector con nombres de autores que los psiquiatras tenemos en mente. Aristóteles, Platón, Husserl y su discípula Edith Stein, que nos enseñaron a algunos psiquiatras a sonreír y a querer al ser humano en todas sus dimensiones.