Anestesia del pueblo

21/05/2018 - 13:09 Jesús Fernández

¿Qué piden a la democracia y a los votantes de estos falsos partidos populistas nuevos?

La mayor parte de los ciudadanos justifican la existencia de sistemas democráticos sólo por su capacidad de generar bienestar, no por instaurar la justicia o la igualdad. ¿Qué se pide a la democracia gobernante? Que lleve progreso a todos los ciudadanos. El contrato democrático  ha sustituido al contrato social de Rousseau. Más que contrato parece un chantaje de “influencer. Tú (gobernante) me tratas bien a mí y yo (ciudadano) diré que la democracia es lo mejor. Esto lleva consigo muchas medidas  y favores sectoriales. Ayudas a los medios de comunicación, prestación gratuita de servicios sociales, mejora de rentas y pensiones, aumentos salariales  y otras condiciones laborales, impuestos y privilegios. Es la legitimación material e instrumental de la democracia frente a la legitimación histórica, jurídica  y cultural.
    La ruptura del equilibrio entre democracia y progreso desorienta a mucha población y pierden la confianza en los sistemas. Llegados a esa decepción, se entregan a una fiebre de protestas, indignaciones y reivindicaciones o aventuras personales que también les son rentables. ¿Saben nuestros jóvenes de hoy dónde terminaron los agitadores del pueblo e inconformistas revolucionarios (Daniel Cohn-Bendit en Francia, Petra Kelly y el General Bastian en Alemania) del famoso  mayo del 68? En la comodidad y sueldo de la poltrona parlamentaria. ¿Saben nuestros jóvenes de hoy dónde terminarán los agitadores juveniles y activistas antisistema que les representan? Levantarán las tiendas de campaña para trasladarse (un poco más allá) a los cómodos sillones del Parlamento o Consistorio disfrutando de la vida de privilegios y buenos salarios. Irán  a la peluquería, después a la sastrería en coche oficial. Ya no les quemará la piel el sol ni la lluvia mojará sus cuerpos. Será la luz de  los focos y el sonido de los micrófonos los que les asistan.
    ¿Qué piden a la democracia y a los votantes de estos falsos partidos populistas nuevos? No buscan el diálogo sino el silencio de los adversarios. Buscan el poder con todas sus circunstancias de influencia y supremacía. No ofrecen remedio o soluciones sino sólo anestesia. No ayudan a entender nuestra situación de crisis sino sólo a taparla. No existe el gusto y la satisfacción por pertenecer a una sociedad democrática. La Constitución se quiere sólo para transgredirla y la democracia sólo para poder  combatirla. No quieren compartir con los demás las carencias o la pobreza de un pueblo. Los ciudadanos pierden o abandonan la colaboración con la democracia porque ven la rutina diaria del egoísmo y de la corrupción. No hay horizontes de desarrollo. Cada día hay una sociedad menos real y más virtualizada por los medios de información. Nadie quiere aplicar un 155 moral. Hay que repensar la democracia.