Aniversario

Ante los muchos recuerdos que en la historia de nuestra vida tenemos, unos con alegres risas, otros con lagrimas, hoy en este 20 de abril del año en curso, ya en el 46 aniversario de su desaparición como municipio rural por fusión en ley a otro, en esta tranquilidad del hogar solitario y cómodo en mi despacho, sin tener nada aparente en que pensar, mira por donde me viene a la memoria aquel nefasto día de la muerte de mi querido pueblo de Villar de Cobeta por fusión con otra localidad.
  A mis 98 años todavía perdura en mi criterio enjuiciar ese dicho popular: “Más vale ser cabeza de ratón que cola de león”.
  En el transcurso del tiempo no he dejado de preguntarme de quién y para qué partió esta idea de la fusión, dando su conformidad la totalidad de los vecinos, recogiendo sus firmas casa por casa, quedando solamente excluido el que modestamente hace nuevamente eco en su recuerdo, por entonces todavía vecino.
  No pretendo con ello ser más razonable que la totalidad y menos rebatir este hecho consumado, pero si expresar una vez más mi criterio en el recuerdo a esta triste realidad.
  Muchas... muchas veces me ha dado por pensar en lo que ha quedado su historia: Pueblo anteriormente con casi 300 habitantes, hoy olvidado y perdido en el recuerdo de su sana economía, fueros, leyes, costumbres, etc etc, con no más de cuatro vecinos residentes no permanentes, ¿Qué pensar de esta pobre historia que dejamos a nuestros descendientes?
  En mi criterio personal, creo que de esta fusión  nadie ha expuesto razones que la justifiquen pese a esa afirmación de ser expuesta al público, pero sin confirmar su sana economía, sin cargas municipales, sin débitos, buen patrimonio y quehacer de todavía sus numerosos vecinos. ¿Para qué y para quién firmaron?
  Hoy memorizando aquel hecho en su aniversario vengo a recordarlo como eterno epitafio a su memoria para aquel que fue y será por siempre mi inolvidable, querido y desaparecido pueblo de Villar de Cobeta.