Apoyo al emprendimiento femenino

La celebración del Día Internacional de la Mujer Emprendedora es un buen momento para reconocer el trabajo y el valor de las muchas mujeres que arriesgan sus ahorros y dedican gran parte de su tiempo a sacar adelante un proyecto de vida que genera actividad económica. Merecen nuestro apoyo porque su éxito significa un paso más en igualdad de género ya que a la hora de desempeñar  cualquier función en el mercado laboral lo suelen tener más complicado que los hombres. Sobre ellas pesan más las cargas familiares por mucho que se luche por la corresponsabilidad y todavía tienen que demostrar en mayor grado su valía para determinados puestos que los varones. Y el mérito es todavía mayor cuando la apuesta se realiza en el núcleo rural donde a estas dificultades estructurales se unen los problemas de la despoblación,  la depresión, la falta de servicios y medios. En este sentido hay que resaltar la importancia de premios como los concedidos en la tarde de ayer por parte de la Diputación a un grupo de mujeres que con su talento, fuerza y valentía, crean tejido económico y contribuyen a fijar población porque la mejor herramienta para que una familia se quede a vivir en un núcleo rural es que tenga trabajo y si lo desarrolla la mujer es más fácil aún que los hijos no se vayan de casa, aunque tengan que ir a estudiar fuera. Estos premios suponen una ayuda- por su importe económico-, pero sobre todo son un acicate porque dan a conocer sus proyectos, siendo el impulso que precisan para trabajar sin salir del pueblo o encontrando en él su modo de vida. Cualquier iniciativa que ayude al autoempleo, a la igualdad y a luchar contra la despoblación debe ser bienvenida. En este caso es la tercera edición de unos premios que comenzaron con este mandato  de la administración provincial, sensible con estas necesidades,  y que ya consolidados deseamos continúen para siempre logrando tan loables objetivos. Felicidades premiadas.