¡Aquella antigua Policía Armada de Guadalajara!

30/09/2018 - 18:22 Eduardo Díaz

Este próximo martes, 2 de octubre, se celebra la festividad de los Ángeles Custodios, patronos de los Cuerpos de Policía Nacional y Local. Es por ello que en el rincón de esta semana vamos a recordar la antigua Policía Armada y de Tráfico de nuestra ciudad. Su fundación data del año 1939 y su sede se situó en un caserón de la céntrica calle de Juan Miranda, la cual pasó a denominarse cariñosa y coloquialmente como: La ‘Calle de los Guardias’. Con el paso del tiempo dejó de asumir las competencias de tráfico, al ser asumida esta labor por el cuerpo de la Guardia Civil, pese a ello, en su entrada siguió figurando el cartel de Policía Armada y de Tráfico. Desde el principio, a los agentes se les dotó de un vehículo Land Rover, el cual se estacionaba de forma permanente en la esquina de la calle Juan Miranda con la Plaza Moreno, ya que el cuartel no tenía acceso a vehículos, puesto que la calle era y es en la actualidad totalmente peatonal. Este vehículo se utilizaba en la distribución de los agentes en servicios permanentes alejados del centro urbano y en casos de urgencia, ya que desde el Ministerio de la Gobernación sólo se suministraban 20 litros de gasolina al mes.

    Los principales servicios que realizaban los policías en Guadalajara eran: vigilancia de los depósitos de la CAMPSA en la calle Francisco Aritio; de la Cárcel de mujeres en la calle Alfonso Martín; la vigilancia permanente de la estación de ferrocarril en donde existía una pequeña comisaría incluida; del Banco de España; y del edificio del Gobierno, en el paseo denominado popularmente como Las Cruces. Uno de los servicios que más llamaba la atención a los ciudadanos era el cambio de guardia en el edificio del Gobierno. Se producía un pequeño desfile en el cual abría la marcha un cabo, y detrás de él desfilaban cuatro guardias en perfecta formación. Otro de sus servicios habituales era mantener el orden durante la celebración de los festejos taurinos en la plaza de toros. Precisamente, en una corrida de rejones celebrada en las Ferias del año 1974, un novillo saltó de manera vertiginosa a la barrera del tendido 2 y la rápida actuación del Policía Armada, Jesús de Andrés, evitó la tragedia en los tendidos, ya que acabó con la vida del animal con su arma reglamentaria, pues el toro no paraba de arrastrar al público que ocupaba las localidades de barrera de sol.

    Dentro del cuartel de la calle Juan Miranda existía una peluquería para que los guardias estuviesen en perfecto estado de revista, una zapatería para mantener y cuidar el calzado de los agentes, un economato y, por último, una cafetería. En este lugar de descanso eran célebres las partidas de mus que se celebraban después de comer entre los Policías francos de servicio y algunos conocidos comerciantes de la ciudad, que hacían tiempo antes de abrir sus locales. Los servicios que realizaban los Policías Armados eran de 24 horas y siempre estaban en alerta ante cualquier requerimiento de los ciudadanos.

    En el año 1978 se produjo el cambio de nombre de Cuerpo, así como el color del uniforme y la sede de la comisaría. Se pasó a llamar Cuerpo Nacional de Policía; el uniforme pasó del gris al marrón; y la nueva comisaría se instaló en la calle Barrionuevo, justo detrás de la Delegación del Gobierno.


    Sirve también el rincón de esta semana como homenaje a esos Policías Armadas que lo daban todo por la seguridad de los ciudadanos y, entre ellos, figuraban: Agustín Jodra, Andrés Viñuelas, Fidel Marino, Andrés Calvo Ortega, Juan Romero, Valeriano de la Orden y el recientemente fallecido Pedro Barrado, entre otros muchos.