Aún no existe el trabajo de mi hija
No me canso de repetirlo cuando oigo a padres comentar lo que les gustaría que “fueran” sus hijos cuando sean mayores: Estoy casi seguro de que aún no existe el trabajo de mi hija.
No me canso de repetirlo cuando oigo a padres comentar lo que les gustaría que “fueran” sus hijos cuando sean mayores: Estoy casi seguro de que aún no existe el trabajo de mi hija.
Mi hija tiene 10 meses, y se me hace sumamente difícil tener una ligera idea de lo que será en el día de mañana. Y no me extraña, porque esto lo he sufrido yo mismo en mis carnes. Si hace 10 años me dicen que iba a trabajar desde casa siendo bloguero pues hubiera mirado raro, muy raro…
Esto es el pan nuestro de cada día. Y si no, pregunta a cualquiera, a ver cuántos te dicen que trabajan en lo que tenían pensado o incluso en aquello para lo que han estudiado (ya sea una carrera universitaria, un módulo de FP, un curso, un máster, etc.).
Y no te digo ya preguntarles si trabajan en lo que les gusta. Ojo, que no es lo mismo que preguntarles si les gusta en lo que trabajan, porque si fue antes la gallina que el huevo es porque acabaron “aceptando” su trabajo y disfrutando de él.
¡Y eso está genial! Pero ellos no eligieron el trabajo, el trabajo los eligió a ellos.
Por eso no entiendo cómo a día de hoy, con la que nos está cayendo, seguimos fijando a nuestros hijos (y más en España) el clásico “pack de objetivos” CCC: Casa, Coche, Curro. Y con eso la vida resuelta.
¿En serio...?
Viendo cómo se aceleran los acontecimientos casi de forma exponencial, me atrevo a decir (llámame loco) que el mundo en el que vivirán nuestros hijos no se parecerá en nada al que vivimos ahora:
• Informática cuántica
• Impresión 3D
• Big Data
• Monedas virtuales
• Drones
• Ciber-delincuencia
• El Internet de las cosas
• Consumo colaborativo
• Vehículos con pilotos automáticos
• Etc.
Así que, ¿por qué prepararles para la vida que has vivido tú en vez de hacerlo para la que puedan vivir ellos?
En mi modesta opinión (que para eso es un artículo de opinión) creo que sería mejor enseñarles a ser empáticos, sociables, críticos y por supuesto educarles en valores; algo que, por cierto, se ha perdido en estos últimos años y así nos luce el pelo…
En definitiva, educar personas con habilidades que sean capaces de adaptarse al mundo en el que vayan a vivir e incluso transformarlo para mejor, y siempre con la idea de no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti mismo.
No sé tú, pero yo prefiero enseñar a mi hija a que sea dueña de su propio futuro, porque si no, alguien acabará siéndolo.
¿Y tú qué opinas?