Buen trabajo de los profesores y de la Policía Nacional

Dice el refrán castellano que “es de bien nacidos, el ser agradecidos” y así debería ser en todos los ámbitos de nuestra vida, personal y profesional. Y por ello, hoy quiero agradecer y reconocer la labor, que día a día, realizan dos colectivos que forman parte fundamental de la estructura de nuestra sociedad, por un lado las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y por otro lado, los docentes. Quizá algunos piensen: “vaya manera de mezclar churras con merinas”, pues de eso nada, y son varios los motivos claros y evidentes que lo justifican. El primero, y fundamental, ambos se dedican al Servicio a los demás, con gran vocación y profesionalidad. El segundo, y no por ello menos importante, hacen una gran labor: educar. Hay una tercera razón, gran parte de su tarea es de prevención. Ambos grupos acompañan, escuchan, se comprometen y, sobre todo, participan y se implican para que nuestros niños, jóvenes y mayores puedan hacer frente adecuadamente a las dificultades que se les van presentando y, desde luego, mucho tienen que ver en la formación de las personas, en su sentido más amplio. Hace unas semanas en Guadalajara nos enterábamos de la denuncia valiente de varias menores por sufrir un presunto acoso por parte de un joven de 19 años en un instituto de la capital.

Gran labor interdisciplinar. Tras las charlas informativas sobre acoso que la Policía Nacional de Guadalajara desarrolla anualmente en nuestros centros educativos, se detectó la situación. Acto seguido se puso en marcha el protocolo de actuación desde el equipo directivo del centro, y posteriormente una gran tarea de concienciación del problema y la necesidad de denunciar. Participación coordinada y comprometida: del equipo directivo del centro, de los docentes, de los padres de las menores y del Policía Nacional. Todos intervinieron desde su ámbito, de forma inmediata, ordenada y complementaria. En los centros educativos no sólo se transmiten conceptos, también habilidades y actitudes. Se trabajan los contenidos pero también la capacidad de decisión, de decir no, de rechazar las conductas inaceptables y de tomar decisiones responsables. Por eso hoy quiero manifestar mi reconocimiento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y a los docentes de Guadalajara, especialmente en estos momentos al profesorado de ese centro de la capital, por realizar su trabajo con ilusión, con responsabilidad, más allá de lo que marca su horario o su obligación.