Cambio de etapa en Guadalajara

Con estas palabras, “cambio de etapa en la ciudad de Guadalajara” se refirió esta semana el presidente regional a la nueva relación entre el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento de nuestra capital.Frente a los obstáculos o polémicas, toca ahora entendimiento con un beneficiario, el vecino, que verá terminada la ampliación del Hospital General, el acondicionamiento del edificio actual, el campus universitario, el nuevo colegio en la zona de expansión de Aguas Vivas, un centro de salud en Los Valles, una renovada Escuela de Hostelería o la cárcel, hoy en desuso, convertida en centro de Formación Profesional. Se abre un tiempo de expectativas para el desarrollo de una urbe que crece y requiere de más infraestructuras y servicios. La buena sintonía entre un presidente regional y su anterior delegado de la Junta, hoy alcalde, es lógica, más cuando ambos destacan por su carácter dialogante y el compromiso con sus proyectos. Hasta ahí satisfacción por una circunstancia que augura resultados positivos. La mejor noticia, amén de dichos anuncios, es que la colaboración no se circunscriba únicamente a gobiernos del mismo signo político,  sino también con la comunidad de Madrid, vecina, y con la que tanto la capital como los municipios del Corredor tienen muchos temas en común, especialmente de transporte, infraestructuras y sanidad, en los que la adopción de acuerdos puede beneficiar bastante a los ciudadanos. Page ya se ha reunido con la presidenta madrileña y  transmite impresiones favorables, mérito de ambas partes. También es deseable, pues la suma aporta, que ese clima de acuerdo se extienda al parlamento autonómico porque los votantes no quieren frentismo sino diálogo, pactos de Estado en materias que deben consensuarse para que perduren en el tiempo. Los municipios ribereños, aunque es terreno más resbaladizo pese a la poca agua,  por otra parte, albergan algo más de esperanza en su futuro tras el consejo de Gobierno en el que participaron. Frente a la  inestabilidad que vive la situación política nacional priman en la región las buenas formas de trabajar con moderación y  sentido común que prestigian la tan denostada política y han de servir de ejemplo.