Centro cívico: Otro debate público
Es una pena, pero también un clara demostración de que las cosas se pueden, y se deben empezar a hacer, de otra manera.
Días pasados asistimos a la entrega de premios del concurso de ideas de la Plaza del Concejo y el Centro Cívico, organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha Demarcación de Guadalajara. Queríamos apoyar el trabajo que han hecho desde el Colegio y el esfuerzo de las veinte personas que han presentado sus propuestas, que se han sentado a imaginar cómo podría ser ese rincón abandonado de la ciudad.
Para nuestro grupo municipal es importante que abramos debates sobre la ciudad que queremos, que las decisiones sobre nuestro paisaje urbano, ese que transitamos todos los días, sean compartidas, consensuadas. Con los vecinos y vecinas, colectivos y profesionales, esto es hacer ciudad. Por eso después de que nuestra moción con la propuesta para hacer un concurso de ideas para el Centro Cívico y la Plaza del Concejo (presentada en el Pleno de mayo del año pasado) no fuera apoyada ni por el equipo de Gobierno del Partido Popular ni por Ciudadanos, nos alegramos de que, de alguna forma, se haya hecho realidad gracias al trabajo y los recursos del Colegio de Arquitectos.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, nos apena enormemente que el equipo del Gobierno no haya aprovechado los saberes, esfuerzos, participación y sinergias que se han generado en este concurso de ideas para vincularlo al desarrollo final del proyecto de remodelación. Muy al contrario a lo esperado. el equipo de Antonio Román se ha empeñado en no tener en cuenta el concurso, en no dejarse mojar aunque la lluvia sea refrescante y necesaria para que crezcan buenas cosechas. Por eso ha contratado el proyecto mientras estaba desarrollando el concurso, fraccionándolo para hacerlo sin ningún tipo de publicidad. Es evidente que la intervención que se va a realizar es integral, plaza y edificio, pero a la hora de contratar se ha hecho por separado a través de dos contratos menores, todo a pesar de los informes con reparos que constan en el expediente.
Es una pena, pero también un clara demostración de que las cosas se pueden, y se deben empezar a hacer, de otra manera: los profesionales están dispuestos, sus ideas aportan y enriquecen, los plazos son razonables y la gente está dispuesta a participar en el diseño de la ciudad. El debate que se ha entreabierto sobre cómo puede ser la Plaza del Concejo y el Centro Cívico se adivinaba interesante, yermo (porque así lo ha querido el partido que gobierna y el partido que le apoya incondicionalmente); pero interesante y necesario.
Ya conocemos las ideas de una veintena de profesionales, sus proyectos se han expuesto y publicado. Ahora solo nos queda esperar que el equipo de Gobierno nos cuente cuál es la suya, tan única y particular que no ha querido compartirla con nadie. Se han resguardo en sus costumbres de siempre para no mojarse ni una gota con de las aportaciones de los profesionales y de la ciudad.
¿Habrán rescatado del cajón el proyecto que presentaron en campaña? ¿Se convertirá el Centro Cívico en una disco-bolera? ¿”Tunearemos” los cristales negros con coloridas pegatinas moradas y un gran escudo? No se concretó mucho del proyecto que presentó Román en su día allá por abril de 2015, pero parecía una gran ocurrencia electoral, y hasta se anunció una inversión privada de 2,5 millones de euros, cifra que no sabemos de dónde salió pero sí que no ha ido a ninguna parte.
Cuando el equipo de Gobierno tenga a bien contarnos sobre el Cívico escucharemos con mucha atención; queremos saber qué va a pasar con las asociaciones que todavía siguen allí ubicadas. En un edificio totalmente abandonado y destartalado, sin ascensor (el edificio no es accesible), con techos caídos, goteras y puertas desvencijadas. Ahí siguen las asociaciones de la ciudad, olvidadas y desatendidas, algo difícil de entender cuando existen multitud de espacios municipales vacíos.
Hay más: tras 30 años ubicados en el Centro Cívico, la delegación de RTVE se marcha a otro espacio. Pero no sabemos si las asociaciones seguirán allí. Nadie les ha informado de las obras inminentes, del uso futuro que tendrá del edificio, ni tan siquiera de unas pruebas que se han realizado en las últimas semanas que lo han dejado todo lleno de boquetes y escombros.
Desde Ahora Guadalajara pedimos al equipo de Gobierno que, al menos, informe a las asociaciones y las reubique en otros espacios municipales, mientras se realizan las necesarias obras en el Cívico, y que no se las haga convivir con agujeros, goteras, escombros y ascensores rotos.
Es imprescindible un trato diferente del equipo de Gobierno hacia los colectivos de la ciudad, un cambio en las maneras de hacer, donde no se ninguneen las propuestas e iniciativas que surgen de la sociedad civil ni se arrincone a las asociaciones. Dejarse mojar, ser capaces de trabajar con los colegios profesionales en proyectos vinculantes, ofrecer un trato digno e igualitario a las asociaciones, informar a la ciudadanía de los proyectos que se van a desarrollar y hacer real la participación. Principio básico para que nuestra democracia arraigue, tan necesaria como la lluvia en los campos.