De la jota al Día de Muertos pasando por Holywins. Carpe diem


El Día de Muertos fue declarado por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003 ‘Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad’. Lo mismo que ahora se pide para la jota, expresión artística musical (vocal, instrumental y coreográfica).

En estos días hemos visto, más que nunca en España, la celebración de la fiesta de origen anglosajón denominada Halloween. Multitud de personas se disfrazan, la novedad en 2022 es que son  de todas las edades, pues antes de la pandemia de coronavirus eran unas jornadas que parecían estar reservadas a los niños y a los jóvenes en cuanto a disfraces, algunas hamburgueserías también de origen americano se sumaban en su decoración, etc.

Mientras tanto, los adultos iban a los cementerios a limpiar las tumbas de sus familiares para que estuvieran bien preparadas el 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, aunque por ser laborable se adelantaba la visita al 1 que es festivo nacional en España; y compraban flores, buñuelos y huesos de santo o hacían puches, gachas dulces. Pero en estos días observamos una especie de carnaval de la muerte, donde se mezclan atuendos horrendos con viviendas adosadas caracterizadas como si hubiera habido un siniestro, en el otro polo al engalanamiento navideño. 

La vida lleva intercalados numerosos ritos de paso desde el nacimiento en todas las civilizaciones, tales como el bautizo, la primera comunión, la confirmación, el matrimonio o el orden sacerdotal, si hablamos en términos de los sacramentos católicos hasta llegar a la unción de enfermos. Lo mismo en el judaísmo, con la circuncisión a los niños y otras muchas fiestas después en la sinagoga, o en el islam y en otras religiones, filosofías y entornos paganos o ateos donde se habla de baby shower, comuniones civiles... 

A todos nos gusta ser felicitados en nuestros aniversarios de boda, cumpleaños, en suma, en las fechas importantes de nuestra biografía que nos transmiten entusiasmo. Pero a nadie nos agrada tener que visitar un tanatorio. 

El primer día de guardería o de colegio, de instituto y de universidad,  el conseguir el primer puesto de trabajo también son ritos de paso o el echarse pareja y presentarla en sociedad,  el cumplir 15 años en Hispanoamérica y vestirse de largo, el graduarse...

Respetamos cualquier iniciativa lúdica y tenemos sentido del humor pero en lo que a nuestro grupo familiar respecta, nos negamos a disfrazar a nuestros seres queridos y a nosotras mismas de algo terrorífico. 

En México la evocación de las ramas difuntas del árbol genealógico se vive de otra forma, fusionando la herencia indígena con la presencia colonial hispánica. La película Coco ha contribuido a globalizar el Día de Muertos a la usanza mexicana,con ese emotivo conjunto de fotogramas que resumimos en que, si se quiere entrar al festín, algún pariente vivo tiene que llevar nuestra foto. Aunque también esa tradición etnográfica tiene elementos relativos nuevos, como la Catrina, con su expresión burlona debajo del ala del femenino sombrero floreado que acompaña al traje victoriano. La figura fue creada en 1912 por José Guadalupe Posada como la Calavera Garbancera, una sátira de la hipocresía y de la altivez de los nuevos ricos que tornaban en tiranos gracias a la venta de esa legumbre. Y la bautizaría como Catrina Diego Rivera, el muralista esposo de la también pintora Frida Kahlo. Sin duda, la Catrina es un ya un icono identitario de México y representante de la lucha contra las injusticias y la desigualdad. 

El Día de Muertos fue declarado por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003 ‘Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad’. Lo mismo que ahora se pide para la jota, expresión artística musical (vocal, instrumental y coreográfica), candidatura que las Hermanas Lara apoyamos pues consideramos la jota merecedora de tal concesión y también es maestra en filosofar sobre el sentido de la vida que se proclama en sus estrofas.

La frontera entre el bien y el mal,entre la luz y las tinieblas no son una broma, tanto para quien sea religioso como para quien sea escéptico. 

Composición con retrato de José Guadalupe Posada, artículo de prensa con versos sobre la Catrina y mural alusivo de Diego Rivera titulado 'Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central'.

Por ello, los hijos de Laura, Ángel Eduardo y Pilar Elizabeth, y nosotras nos disfrazamos de bruja, entendiendo la palabra con la acepción que María defiende de mujer sabia, de vampiro (con alas en las mangas que permiten volar), de Conde Drácula y de Condesa Natacha. Los vampiros son seres, junto con las brujas, protagonistas de nuestras intervenciones en los capítulos de la serie “La navaja de Ockham” emitida en La 2 de Televisión Española y en otros documentales.

Asimismo, las brujas para María Lara no son un juguete; son personajes de la investigación histórica y antropológica a la que lleva dedicando dos décadas de vida y así nos lo desvela en su Tesis con la que se convirtió en Doctora Europea en 2010, en su docencia en la Universidad y en sus conferencias, programas de radio y televisión y talleres dialógicos en centros educativos sobre sus libros Pasaporte de bruja (denominación sobre la que María tiene la propiedad intelectual), Brujas, magos e incrédulos en la España del Siglo de Oro, Historia de las guerras de religión y Breviario de Historia de España, entre otros títulos. 

En el mundo cristiano -apostólico y romano- surgió hace unas décadas Holywins que, en similitud fonética a drede, significa “la santidad vence”. Esta iniciativa nació en 2002 en París y llegó a España a través de la Diócesis de Alcalá de Henares en 2009, cuyos patronos son los Santos Niños Justo y Pastor. Y desde la otrora Complutum se expandió por el mundo hispanohablante. Consiste en disfrazarse por la víspera de Todos los Santos de alguien que haya sido canonizado.

Cuando veo disfraces terroríficos me acuerdo del drama que supone la muerte, tanto para quien parte, que deja de ser y de existir corpóreamente desde el punto de vista animado, y la tristeza y el vacío que deja entre sus familiares, y también de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, poesía que las Hermanas Lara sabemos de memoria desde nuestra etapa escolar:

Recuerde el alma dormida,

avive el seso y despierte, 

contemplando, 

cómo se pasa la vida 

cómo se viene la muerte,

tan callando...

 

E invoco estos versos del poema de María Lara a San Miguel: “Arcángel, inmortal la hueste”.