De profetas y tierra
22/11/2015 - 23:00
El dicho es conocido de todos y su encarnación en esta Guadalajara nuestra es algo cotidiano en esta guerra de trincheras en que se ha convertido cualquier actividad que tenga algo de trascendencia pública; el estás conmigo o estás contra mí lo contamina todo y nos priva de uno de los sentimientos más bellos que existen: la empatía, la generosidad, la alegría por el bien ajeno.
El pasado día 13 de octubre la compañía de teatro Ultramarinos de Lucas , residente y cotizante en Guadalajara desde hace más de 20 años, recibió el Premio Nacional de Artes Escénicas en su modalidad de Teatro para la Infancia y Juventud; se trata de una distinción que otorga el Ministerio de Cultura y para la que se consideran a todas las compañías de todo el país. Es, por tanto, un reconocimiento a nivel nacional de un trabajo bien hecho durante muchos años.
He esperada más de un mes antes de decidirme a escribir. Digo que he esperado,
he esperado para ver como los responsables de cultura de nuestro ayuntamiento y los políticos que gobiernan nuestra ciudad hacían una felicitación pública y/o privada, para ver cómo se congratulaban de que nuestros convecinos reciban un premio tan prestigioso y tan codiciado por tanta gente. Y he esperado en vano porque no ha sucedido algo tan elemental y normal en una convivencia razonable. Curiosamente los premiados han recibido felicitaciones de otras instituciones como la vecina Comunidad de Madrid o la Consejera de Cultura de C-LM.
El silencio de los gestores culturales y políticos locales atruena por las calles de esta ciudad de todos los demonios. Su silencio es menosprecio, pero también desinterés, incomprensión, vacuidad, falta de amor propio. Su silencio nos hiere a todos los ciudadanos que nos hemos felicitado y hemos felicitado a los cómicos, su silencio nos lastima porque nuestros representantes han decidido no representarnos. No sabemos si este pasar por alto, este ignorar, se debe a mala fe o a falta de sensibilidad, en cualquiera de ambos casos merecería una rectificación y una disculpa.
Ya que ellos no lo han hecho, quiero hacerlo yo públicamente en nombre de la mayoría de personas de esta ciudad: Felicidades, Ultramarinos de Lucas, enhorabuena por ese premio tan trabajado. Y mucho ánimo para seguir trabajando, tenéis la consideración y el aprecio de mucha gente.