Decidiendo el futuro de España
Las encuestas han de tomarse con cautela, pues son además la foto de un momento puntual que cambia rápido, aunque lógicamente motiven o preocupen a los afectados y generen expectativas.
La tradicional pegada de carteles, arraigado acto de nuestra cultura política, supuso en la medianoche de este viernes el inicio de una nueva campaña electoral, la que decidirá la composición de las Cámaras Alta y Baja de nuestro país y, en consecuencia, el nuevo Gobierno de España. Se trata de una cita imprevisible, en cuanto al resultado final, por el alto número de votantes que se declaran indecisos respecto al sentido de su voto y por el auge tomado por una quinta fuerza política. La más reciente encuesta conocida, con el sello del CIS, cifra en un 40% el número de personas que todavía no tienen claro lo que votarán y sus responsables hablan de escenario abierto e imprevisible, aunque con tendencias claras. Coinciden, además, los distintos muestreos en que el PSOE recupera parte del electorado que había perdido por su izquierda, siendo el partido más votado, lo que se traducirá en pérdida de apoyo para la otra fuerza progresista, Unidas Podemos, al igual que en el hecho de que el PP se verá afectado por su derecha por el impulso de Vox. Lo que no es posible cuantificar es hasta dónde sumarán o restarán unos ni otros ni vaticinar que harán los dubitativos o cómo actuarán los que habitualmente se abstienen ante un escenario tan abierto del que sólo se puede afirmar que no habrá mayorías absolutas y que deja cuatro opciones para después de conocerse el escrutinio. O bien PSOE y Unidas Podemos suman mayoría absoluta, lo hacen PP, Ciudadanos o Vox, es preciso a las fuerzas de izquierdas contar, como mínimo, con la abstención de los independentistas para formar Gobierno, o bien se ponen de acuerdo PSOE y Ciudadanos, tampoco descartable pese a la contundencia en negar el pacto de los de Rivera. Las encuestas han de tomarse con cautela, pues son además la foto de un momento puntual que cambia rápido, aunque lógicamente motiven o preocupen a los afectados y generen expectativas. Será una campaña dura, abrupta, para una sociedad polarizada, plural, que deseamos transcurra lo más tranquila y constructiva posible pues los ciudadanos necesitan sosiego, estabilidad, soluciones a los problemas del día a día, sentido común de sus políticos. La soberanía reside en el pueblo y toca decidir en las urnas el futuro de nuestra sociedad. Ejerzamos con responsabilidad nuestro derecho de participacion.