Defender la familia

Naciones Unidas declaró el año 1194 año Internacional de la Familia. Nos recordaba algo que era evidente, que la familia no es solo una institución biológica, es mucho más, es educación, solidaridad… Si la familia funciona bien, repercute en la sociedad, ya que sin la familia la especie humana no es viable, pues todos necesitamos ser amados y ahí en la familia se encuentra la comprensión y el cariño sin egoísmos. Me estoy refiriendo a una familia bien constituida, padre, madre, hermanos, los abuelos siempre que lo necesiten. Sabemos que el hombre y la mujer son distintos entre sí, pero los dos necesitan uno del otro. El psicólogo Urie Bronfenbrenner decía: “Para desarrollarse, un niño necesita de la dedicación sacrificada e irracional de uno o más adultos que le cuiden y compartan su vida con él”. Le preguntaron por qué ”dedicación irracional” y ésta fue su contestación : “Porque tiene que haber alguien que esté loco por él” y esto solo lo encontramos en la familia. En la familia es donde nace la sociedad, de ahí su importancia. Romper éste vínculo es un ataque a la raíz de la convivencia humana. Primero son los hijos los que pagan el pato y se ven desorientados y tristes, porque el amor de un padre y una madre no es comparable al de unos sustitutos por muy eficientes que sean. ¿Por qué estas roturas en el matrimonio? Cuando hay miedo al para siempre, cuando falta el coraje para arriesgar la vida a una carta, cuando el amor es condicionado, cuando uno solo piensa en sí mismo, es imposible ser feliz. Es normal que a veces se pasen malos ratos, que haya problemas a los que buscar una solución, pero sin querer ser uno el centro. Saber perdonar, pedir perdón, y hacer las paces. Cuidemos la familia como la niña de los ojos que es. “He recibido de la vida el regalo más bello, mi familia, lo demás no tiene importancia” “ La familia es el espejo de la sociedad” (Víctor Hugo). De ahí la necesidad de defenderla.