Don Pedro o San Pedro
30/10/2014 - 23:00
El señor San Pedro tenía en su mesa-escritorio: un tintero Pelikán, tres plumas con manguillo: una de pata de gallo, otra de farolillo y otra mas, para escribir en letra gótica. Sumaba de cinco en cinco, no se equivocaba nunca. Si, nunca. Sr. San Pedro ¿Cuanto suma el Debeede la hoja de Intervención: 618. 532, 15, pesetas? No me cuadra, ¡Míralo que lo tienes mal! El nunca se equivocaba, es la verdad. Si se rompía la calculadora Philips, la máquina de escribir Underwod o el ascensor Tysen, él lo arreglaba. Los balances de cierre mensual, el los controlaba. Te comprobaba los números comerciales de alguna liquidación de Cuentas de Crédito o Corriente. El Arqueo Inopinado a los ventanilleros lo hacía con frecuencia quincenal, al albur, así estaba ordenado. Los balances comerciales de los clientes eran estudiados tanto el Activo como el Pasivo, con conocimiento contables profesionales muy acentuados, para emplearlos en la concesión de créditos, préstamos o clasificaciones comerciales. A Pastrana venía a sustituir a los apoderados.
El era Apoderado de la sucursal de Guadalajara. Su fama traspasaba esa miaja de frontera alcarreña hasta la Villa Ducal. Desgranar sus habilidades contables sería pesado. Tiene un chascarrillo muy gracioso en su devenir contable. Era pluriempleado administrativo en la Fábrica de harinas La Gloria de Humanes de Mohernando, los dueños eran los García Bernal, fundadores de la BZ. Un inspector de Hacienda llamó a la carraca, así conocían el teléfono de manija y preguntó: ¿Es la Gloria, fábrica de harinas de Humanes? Si señor, contestó don Pedro. ¿Quién hay al aparato, pregunto el Señor Inspector? ¡San Pedro, le respondió.
Oiga señor, hablo en serio! Cuando nos están cosiendo a robos unos chiquilicuatro planchados y relamidos de las Administraciones Publicas, hurtan tan vulgarmente que resulta ominoso; verles en la prensa o la televisión la pinta de baila botes que tienen, da vergüenza de pertenecer a una Sociedad de inservibles funcionales con responsabilidad pública. Decir que engañan a la Hacienda Pública, al Banco de España y a las Cajas de Ahorro, es para borrarte de esta Sociedad. Le da a uno la sensación que es como entrar en un super sin dependientes ni cajeras y llenar los esportillos de mercancía. O sea. Que el Banco Emisor, la Publica y la Caja no tenían en sus administraciones centrales, Sampedros, para controlar los desmanes de los mercachifles administradores. Pues no nos lo creemos. Caja Madrid tiene más de 300 años, y empleados con experiencia como para llevar la caja de entradas al cielo, a San Pedro. En las demás habrá Sampedros también.
 ¿O no? Los gastos generales donde se cargan los de Representación tienen (antes era así, claro, antes) que para pagarse ser autorizados mancomunadamente por dos apoderados. En otros casos: el bajuno principal firma el primero y, la firma segunda, es de control. En banca la primera firma es dijéramos, la responsable de la operación. Luego estos masca chicles que nos han robado: ¿Se valían de sus galones? Abuso de poder. ¿Todos los mancomunados chupaban del bote? O dejación de funciones. Pues mire usted, señor guardia: unos no y ¿Los otros ?... El peligro está en que aumente el número de rateros. Que observando la plantilla, sus caras, mofletes; y dengue contagioso que usan en sus manifestaciones reivindicativas ¿De qué, ladrones?.