El balneario de Trillo

06/02/2017 - 14:17 Redacción

A  pesar de los nubarrones, sin embargo, tenemos fundadas esperanzas en que finalmente se llegue a una solución que permita continuar con la actividad hotelera.

 

Estos días ha saltado a los medios de comunicación que el Juzgado de Primera Instancia Nº 4 de Guadalajara ha resuelto el inicio de la fase de liquidación y ordena la disolución de la empresa que gestiona el balneario de Carlos III de Trillo, lo que supondría su cierre el próximo 15 de febrero. Si todo sigue este curso medio centenar de personas, veinticinco de ellas del propio municipio, se quedarían sin trabajo, pero además la localidad perdería su principal activo turístico que atrae a numerosas personas, lo que beneficia a los demás establecimientos y a la zona, en pleno Alto Tajo, con parajes cercanos de una gran belleza. La ocupación del balneario es muy elevada, está incluido dentro de la red de termalismo de la Junta de Comunidades y considerado uno de los mejores de la región con el encanto de las propiedades de sus aguas, famosas desde la época romana, y que Carlos III describió como “el agua ligera más pura del universo” cuando en el siglo XVIII fundó este real balneario que cerró por la Guerra Civil y reabrió en 2003 por impulso del Ayuntamiento, titular hoy del edificio. A  pesar de los nubarrones, sin embargo, tenemos fundadas esperanzas en que finalmente se llegue a una solución que permita continuar con la actividad hotelera. Debe ser así, primero porque el principal factor se cumple, es decir, porque llegan hasta él muchos clientes, lo que indica que ha habido una mala gestión que podría ser corregida por otra futura adjudicataria, pero además el Consistorio, personado en el procedimiento concursal, quiere adoptar medidas una vez se lleve a cabo la liquidación y para ello tiene el apoyo de la Junta de Comunidades cuyo Consejo de Gobierno, reunido allí hasta el sábado, quiere estudiar la viabilidad. Elegir este lugar y momento para unl encuentro itinerante del Gobierno regional no es casualidad, es compromiso, apuesta, manifestación de la intención de evitar la clausura de una actividad que da la vida no solo a los empleados , sino a todo Trillo, que perdería una de sus señas de identidad y motor económico.