El caso del BBVA

20/03/2016 - 23:00 José Morales

Usted tomó parte en un encierro en el BBVA haciendo caso omiso a la Fuerza actuante cuando le solicitaron reiteradamente el desalojo de la citada Entidad, lo que supuso una desobediencia a los Agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.”
He dudado si escribir este artículo de opinión, porque nadie me ha designado portavoz ni nada parecido, pero entiendo que puedo aprovechar mi presencia en las instituciones, en mi caso como concejal de Ahora Guadalajara en el Ayto. para ampliar la difusión. Es un caso de injusticia, apoyo mutuo y represión. Mis compañeras y compañeras ese día pertenecen a organizaciones y sensibilidades muy diversas que no pretendo representar. Este texto es sólo mi propio análisis y opinión.
Una notificación similar al extracto del inicio del texto le llegó a entre 35 y 40 personas en Guadalajara. Se trataba de una acción de apoyo a María, mujer de 75 años, que había avalado a su hijo en la compra de una vivienda. Su hijo ya había perdido la vivienda que originó la hipoteca y el BBVA iba, y sigue yendo, a por la suya.
La reivindicación más cercana era la dación en pago y evitar la ejecución hipotecaria de una segunda vivienda. Permanecimos en la sucursal de BBVA del Jardinillo durante un par de horas y fuimos expulsados por la policía. Más de 7.000 € en sanciones por resistencia no violenta. La reivindicación más amplia, ese mismo día, era contra las reformas laborales y la salida de la crisis basada en el recorte de derechos. El día en cuestión era el 14 de Noviembre de 2012, jornada de Huelga General en España, Portugal, Grecia, Chipre y Malta, con movilizaciones en Francia y la Bélgica francófona.
En la ciudad de Guadalajara, varios colectivos y personas nos sumamos a una acción de protesta de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, dentro de las acciones de la jornada de Huelga General. Se nos impuso una sanción de 200 € que ya tuvimos que abonar, bien “voluntariamente” o bien en la declaración de la renta, con el recargo correspondiente. Cuando entregamos nuestro recurso contra la sanción impuesta por la subdelegación del gobierno volvimos al BBVA con la misma reivindicación, y volvimos a permanecer en la sucursal del BBVA por unas 12 horas, hasta ser desalojados por los llamados “antidisturbios” de madrugada. Unos días después recibimos una otra sanción.Aquellos días un grupo de personas, trabajadores y trabajadoras, capas populares de la población, durante una jornada de Huelga General, nos organizamos para ir más allá de una legalidad injusta, y en lo concreto y cotidiano nos dio igual pertenecer a diferentes organizaciones políticas, -incluso apolíticas-, sindicales o vecinales. Ese día nos unimos para defender a María, que iba a perder su casa por haber avalado a su hijo.
Cuando nos dicen que lo peor de la crisis ha pasado hay que recordar que sigue sin haber dación en pago, que se sigue desahuciando, que las personas que agotan las prestaciones y subsidios aumentan y que en el proceso se ha intensificado la represión, en defensa de minorías que han resultado beneficiarias de la crisis.
La cuestión legal es la que se dirime en un juicio. No doy una opinión jurídica. Sí doy una opinión política. En casos así entran en contradicción la legalidad y la legitimidad. O dicho de otro modo, “cuando la ley es injusta, lo correcto es desobedecer” (Gandhi).