El Cruce de Cuatro Caminos

Hace mucho tiempo, posiblemente más de dos décadas, una señora falleció atropellada cuando cruzaba la calle Hermanos Donantes de Sangre para ir al servicio de Urgencias del Hospital en compañía de una hija y una nieta. Iba angustiada por la situación de la pequeña. Durante años una corona de flores recordó a todos lo sucedido. Aquello impactó y dolió como la semana pasada lo hizo el fallecimiento de Patricia, una joven ilusionada con sus estudios y la vida que fue arrollada en un paso de peatones cuando iba a su casa después del colegio. Son dos ejemplos de un latente peligro al que hay que poner soluciones tal y como lo pidieron más de un millar de personas movilizadas este domingo, conmocionados por la muerte de esta chica de 18 años. El tráfico en una zona con dos colegios, el Hospital General de toda la provincia, y en una vía de entrada a la ciudad desde dos carreteras y la autovía, además de servir de acceso al centro comercial y las empresas ubicadas en esa calle, es muy intenso y se hace especialmente insufrible a determinadas horas cuando vienen coches de todos los lados y más si llueve. El problema es evidente, exceso de circulación porque son miles las personas que tienen que pasar por una misma calle. Siendo fieles a la realidad, sin embargo, no podemos hablar de caos porque la accidentalidad, pese a estos factores, no es elevada, incluso es menor que en otras vías más tranquilas de la ciudad. Tampoco podemos afirmar que no se haya hecho nada pues ahí está ese túnel a la altura de la salida del Hospital que facilita la entrada a Guadalajara por la N-320, esos elementos que evitan cruzar por cualquier sitio, la señalización y la presencia de agentes de movilidad o Policía coincidiendo con las horas punta. Si debemos decir, en cambio, que hay que hacer más porque el peligro está presente y de vez en cuando se materializa. En este sentido no entendemos por qué no se ponen de acuerdo nuestros políticos para hacer un segundo acceso al Hospital desde la Fuente de la Niña que reduciría notablemente el número de vehículos y por tanto el principal factor de riesgo. Es algo que debemos exigir con firmeza. También las pasarelas se muestran como elementos que aportan seguridad y confianza. Pasos elevados de peatones… que lo aconsejen los técnicos y lo aprueben los políticos. Cualquier inversión en seguridad tendrá nuestro consentimiento.