El cuento del lobo en Guadalajara
La presencia del lobo en Guadalajara debería ser un orgullo, es una joya de nuestro país, pero choca con los intereses de muchas partes que quieren vivir del cuento del lobo.
El viernes 10 de marzo asistí a la conferencia El lobo en Guadalajara. La sala estaba abarrotada de, sobre todo, miembros de grupos ecologistas y conservacionistas alcarreños. Entiendo el interés que suscita esta especie. La presencia del lobo en Guadalajara debería ser un orgullo, es una joya de nuestro país, pero choca con los intereses de muchas partes que quieren vivir del cuento del lobo. Por un lado tenemos los de esos custodios del territorio que son los ganaderos con sus justas reclamaciones y reparaciones patrimoniales de los daños ocasionados por los ataques del lobo a su cabaña ganadera… Y por otro, los conservacionistas que quieren hacer primar por encima de todo la protección de esta especie.
Pero desde hace unos años, ha aparecido en escena un nuevo actor en este asunto del lobo; la figura del conservacionista radicalizado con la defensa del lobo vivo por una cuestión de altruismo y amor al lobo y al patrimonio natural de España. Creen ser herederos del legado ideológico de Félix Rodríguez de la Fuente y se adueñan hasta de su imagen. Es difícil desenmascarar y sacar a la luz las verdaderas intenciones de estas personas que presumen de idear y poner en funcionamiento nuevas formulas de gestión del lobo. Tienen seguidores tan fieles como ciegos y no se dan cuenta de las razones reales de estos vende-ungüentos y de sus verdaderas razones de esta defensa radical del lobo tan preñada de conveniencias personales.
Como pude explicar en el turno de preguntas y reflexiones tras esa charla, fui fundador y secretario de la plataforma “Lobo Marley” durante unos años. Lo fui hasta el justo momento en el que descubrí y me enfrenté a las verdaderas razones espurias con las que algunos miembros de esta asociación (actuales dirigentes) querían fecundar el manifiesto fundacional de esta organización. Estos falsos conservacionistas que quieren vivir del conflicto del lobo y que paradójicamente, de una forma muy subterránea potencian el conflicto conservacionistas- ganaderos mienten en torno a la verdadera esencia de las propuestas de acciones concretas que proponen para poner fin a este conflicto tan enquistado del lobo.
Con la presencia de lobo en Guadalajara, que ahora mismo es casi nula, no solo ha llegado esta pugna entre los conservacionistas y ganaderos, que estaba ya ahí desde el mismo momento en que el lobo y el hombre establecieron sus relaciones intraespecíficas. Ahora surge un nuevo problema en la provincia que llega de la mano de todos estos “mesías” salvadores del lobo, mediadores del conflicto, cambiadores del modelo conservacionista. Este conflicto es una mentira que, ellos mismos, llevan alimentando mucho tiempo; y lo hacen porque es su forma de vida, por conveniencias personales, negocios y mercadeo. Viven de este conflicto y tratan de demonizar todo lo que hay en torno a este animal para sacar tajada mediática y económica del asunto.
El proyecto de estos falsos buscadores del consenso entre las partes afectadas, en el asunto del lobo, consiste en plantear una alternativa ecoturista y comercial alrededor de este singular animal. Hablan de poner en valor al lobo y de elaborar planes de gestión y conservación del lobo como motor económico y no como lastre. Prometen ser solucionadores del conflicto y dicen traer un cambio de modelo y de mentalidad, para que entendamos que el lobo conseguirá traer muchos visitantes y que será beneficioso para todos.
Ponen de ejemplo -de este falso paradigma- a la Sierra de la Culebra zamorana y prometen poner un rumbo común de convivencia entre ganaderos, lobos y conservacionistas. ¿No será de conveniencia?
Presumen de tener sus manos limpias y ser muy competentes y profesionales en este asunto, pero la realidad es que tras estos “vendedores de humo”, se esconden muchos intereses muy alejados de las verdaderas raíces del conservacionismo, prostituyéndose por un puñado de dinero, y sin intenciones de mediar de una forma ecuánime en la verdadera resolución del problema. Me temo que tras esa gestión lobera prometida hay trampa y serán un problema añadido más a este conflicto del lobo y poco o bien poco ayudará a la verdadera protección y conservación del lobo en Guadalajara y a conseguir esa supuesta protección, paz y beneficios económicos sociales y medioambientales que prometen vendrán a la comarca de la Sierra Norte alcarreña.
Huele a podrido este asunto… Ya se darán con el tiempo cuenta ustedes y los seguidores conservacionistas acérrimos que aplauden sus fechorías y que subvencionan estos delitos, estas ilegalidades, estos posicionamientos tan radicales y estos métodos tan poco éticos que utilizan en sus acciones… Y de cómo ya un juzgado, el nº 6 de Zamora, su fiscalía, pide para ellos 50.000 euros de fianza y dos años y medios de cárcel por destruir casetas de observación y aguardo en Sierra Culebra. Así no modernizarán la economía rural de esta sierra ni por supuesto la de la zona norte de Guadalajara. Así no pondrán fin al eterno conflicto.