El guardameta que fue leyenda del Deportivo Guadalajara... José Luis Sesma

18/11/2018 - 15:18 Eduardo Díaz

Las grandes actuaciones de Sesma bajo los palos no pasaron desapercibidas para algunos equipos de Primera División.

Nuestro querido Deportivo Guadalajara, equipo principal de fútbol de nuestra ciudad, se encuentra en la actualidad en manos del empresario Italiano Morris Pagniello, tras ser intervenido la pasada temporada por una administración concursal. En el rincón de esta semana vamos a recordar al mejor portero que ha tenido el Deportivo Guadalajara en sus 66 años de historia y que es, nada más y nada menos, que José Luis Sesma.

En el año 1968 y tras la llegada a la presidencia del Club Morado de Juan José Laso Rhodes, éste inició conversaciones con la directiva del Real Madrid y consiguió las cesiones del portero José Luis Sesma y los jugadores Ramírez, Lasheras, Alique y el legendario Cedillo. Esa temporada, el Depor consiguió un meritorio cuarto puesto en la categoría Regional, detrás de potentes equipos como: Toledo, Socuellamos y Getafe, club este último que hoy milita en la Primera División.

 

Al año siguiente, Sesma tuvo que regresar al equipo amateur del Real Madrid con el cual consiguió el Campeonato de España de Aficionados, siendo nombrado Sesma como el mejor jugador del campeonato. Una vez finalizada la temporada, los dirigentes alcarreños lograron que Sesma regresara a la entidad morada para volver a intentar el asalto a la categoría nacional.

Las grandes actuaciones de Sesma bajo los palos no pasaron desapercibidas para algunos equipos de la Primera División. A las oficinas del Club Morado llegó una oferta millonaria del Málaga para hacerse con los servicios del portero alcarreño. Tras largas conversaciones, los directivos del Guadalajara convencieron a Sesma para seguir defendiendo la elástica morada e igualmente le otorgaron un puesto de trabajo en el Banco Comercial Español de nuestra ciudad.

El gran momento de Sesma llegó en el año 1973 cuando se logró el ascenso histórico en el legendario estadio de Alcoraz en Huesca. Sesma y el jugador Eusebio fueron los auténticos héroes de la reñida eliminatoria.

José Luis Sesma fue durante muchos años el capitán de la escuadra morada, por lo que era el encargado de entregar el banderín del Club Morado, bordado por las monjas Carmelitas, antes del inicio de los partidos, a los equipos que visitaban por primera vez la ciudad de Guadalajara.

 

El peor momento de la carrera futbolística de Sesma llegó en el campo del Madrigal de Villarreal, en la eliminatoria de ascenso a la Tercera División. Una entrada muy brusca, aunque involuntaria, de un delantero castellonense, le produjo una gravísima lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante varios meses. Su sustituto en el terreno de juego en ese decisivo partido fue el marchamalero Carlos León, el cual realizó unas grandes intervenciones que contribuyeron al ascenso del equipo alcarreño a la categoría nacional. Por cierto, el guardameta de la vecina localidad de Marchamalo realizó el partido de su vida en el histórico campo de El Sadar de Pamplona, en una eliminatoria de Copa del Generalísimo ante el Osasuna. Pese a perder por un gol a cero, la directiva navarra bajó al vestuario a saludar al cancerbero alcarreño y su memorable actuación está plasmada en una imagen en el museo rojillo. Fue una gran estirada a la escuadra a un balón lanzado por el extremo Bosmediano.

En la actualidad podemos ver a Sesma en tertulias deportivas en la Cafetería La Carrera,  rodeado de  antiguos dirigentes del Club Morado.