El pedigrí de Brihuega
El jardín de la Alcarria no solo se ha conservado sino que su legado histórico y cultural se ha restaurado, haciendo que el turista disfrute de lugares que visitar.
Si hay un pueblo en la provincia en constante crecimiento, incluso en población, es Brihuega, que desde hace poco tiene, además, en la que fuese Real Fábrica de Paños, un hotel de cinco estrellas, con spa y espectaculares habitaciones con vistas a la Vega del Henares. Su patrimonio monumental va a más con la restauración de la antigua iglesia de San Simón, las mejoras en el castillo de la Piedra Bermeja, en las murallas o en su histórica plaza de toros que contará con un museo. Pronto tendrá también un Centro de Innovación Rural y un museo del Perfume y de la Lavanda. Esto en cuanto a algunos, junto a la espectacular floración de la lavanda en el mes de julio, de sus atractivos, pero es que, por otra parte se puede residir todo el año porque, añadido a su cercanía a la capital, cada vez hay más servicios para los vecinos como un centro de día para mayores y discapacitados, guardería con más plazas, mejoras en el gimnasio, un nuevo pabellón polivalente o vivienda en el centro para los jóvenes.
El jardín de la Alcarria no solo se ha conservado sino que su legado histórico y cultural se ha restaurado, haciendo que el turista disfrute de lugares que visitar, como son también sus bodegas o el convento de San José, siempre con exposiciones, como la recientemente clausurada de fotografías de Paisajes de la Lavanda, impulsada por nuestro periódico. La corrida de primavera tiene ya una larga trayectoria y una fama reconocida a nivel nacional, así como prestigio desde hace mucho tiempo tiene el encierro taurino por el campo más importante de cuantos se celebran en España, el 16 de agosto, y espectacular es la procesión de la Virgen de la Cera. Muchas singularidades para visitar este enclave de la Alcarria y un hombre que en la última década ha sabido verlo y potenciarlo. Se llama Luis Viejo. Mañana será otro gran día. Por ponerle un pero, tal vez falten restaurantes del renombre que en su día tuvo Quiñoneros. Al menos tenemos el Villa de Brihuega.