El Primero de Mayo en un marco inestable
Calles y plazas deberían haberse llenado de participantes teniendo en cuenta la situación que vivimos con un gobierno en funciones desde hace demasiado tiempo.
Teniendo en cuenta que España encabeza la lista de número de parados en Europa, seis de sus regiones están entre las diez con más paro de la Unión y que la falta de empleo es la primera preocupación de los ciudadanos llama la atención el número de personas que asisten a la festividad, conmemoración o reivindicación del Primero de Mayo, muy escaso para la dimensión del problema. Calles y plazas deberían haberse llenado este domingo de participantes teniendo en cuenta la situación que vivimos con un gobierno en funciones durante demasiado tiempo ya, lo que afecta a la estabilidad de la economía, la confianza de los empresarios en el país y la creación de empleo. La incertidumbre política está afectando directamente a la economía y a los trabajadores como eslabón más débil. La situación actual lleva a no saber siquiera si la reforma laboral o el estatuto de los trabajadores seguirán vigentes dentro de unos meses ni qué pasará con los impuestos, el precio de la energía y las leyes en general. Sin seguridad jurídica, sin un marco que anime a la confianza, sin un régimen fiscal justo y ajustado a los países del entorno, nadie debe extrañarse de que las empresas se marchen a otros lugares o frenen sus proyectos e inversiones, afectando su inacción a la creación de puestos de trabajo y a la incipiente recuperación que se había experimentado en los dos últimos años. Por otra parte, en una fecha tan cargada de simbolismo e historia, debemos destacar el avance de la humanidad en derechos sociales y laborales a lo largo de los siglos gracias a las reclamaciones, luchas y movilizaciones de la clase trabajadora, que han hecho factible una sociedad con mayor igualdad y dignidad. La falta de trabajo, la excesiva temporalidad, los salarios bajos que hace que existan pobres a pesar de tener un empleo y las condiciones laborales, a veces de pura precariedad, siguen siendo grandes preocupaciones y retos a superar en una sociedad que debe aspirar a ser cada vez más justa.