El trasvase de aguas del río Tajo al Segura
Conviene recordar de dónde viene esta injusticia histórica, que no sólo se ha cebado con nuestros pueblos sino que amenaza con matar definitivamente uno de los ríos con más historia de Europa.
El 15 de febrero es una efeméride que los defensores del río Tajo y del Medio Ambiente recuerdan con tristeza, una fecha que refleja la realidad del Trasvase como herencia franquista a pesar de la propaganda lanzada desde el otro lado de la tubería. De aquellos polvos, los posteriores lodos del Trasvase una vez resueltos los problemas técnicos a los que se enfrentaron para levantar la faraónica infraestructura que tanto daño ha causado a sendos lados del Trasvase
Con la parte beneficiada del Trasvase resucitando la cantinela del ‘Agua para todos’ y la manida solidaridad unidireccional, ahora que se cumplen cuatro décadas de expolio efectivo del agua de todos los españoles en beneficio de unos pocos regangsters, conviene recordar que la semilla fue plantada durante la dictadura del general Franco.
“Sabemos que hoy en día, con mucho demócrata quitándose la careta, habrá a quien no le importe, incluso habrá quien lo celebre en público, pero conviene recordar de dónde viene esta injusticia histórica, que no sólo se ha cebado con nuestros pueblos sino que amenaza con matar definitivamente uno de los ríos con más historia de Europa”, lamenta el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, Francisco Pérez Torrecilla. “En 2019 todavía sufrimos las consecuencias de la megalomanía propia de principios y mediados del siglo XX, cuando muchos creían que los ríos eran tuberías mal aprovechadas que desperdiciaban el agua en el mar; por desgracia, todavía muchos siguen anclados en aquellos años y repiten aquellos dogmas como el que no se ruboriza al afirmar que la Tierra es plana o el hombre nunca llegó a la Luna”.
Tal y como recogía el blog Acuademia hace dos años, con motivo de la misma efeméride, las vicisitudes de aquellos tiempos y acuerdos están recogidos a modo de crónica en el libro Toledo y el trasvase Tajo-Segura (Luis Moreno Nieto; Diputación provincial de Toledo; 1978). “Es triste que, una vez más, nadie se acuerde de nosotros siquiera para reivindicar la derogación del último de los dislates cometidos en aquella época, que todavía hoy sufrimos”.