El turismo internacional

España se hizo famosa en el mundo por su sol, sus playas y su buena gastronomía a mediados del siglo XX siendo esta clase de turismo motor vital de recuperación de su economía tras los duros años de la posguerra. Alemanes, ingleses, suecos... siguen viniendo a día de hoy para disfrutar de nuestro clima y ambiente festivo, principalmente, pero poco a poco van tomando auge también sus visitas en busca de  atractivos monumentales, artísticos o culturales que hasta ahora parecían más reservados al turismo de interior de los propios españoles. Las oficinas de turismo que llevan estadística de las nacionalidades de las personas que acuden hasta sus localidades muestran como a nuestra provincia, y país en su conjunto, llegan cada vez más desde distintos lugares del mundo por la belleza de calles, plazas, iglesias, museos, paisajes y monumentos. Sigüenza, con su Catedral y Parador Nacional, además de sus travesañas, que busca la capitalidad del turismo rural en 2017;  Hita, que acaba de colgar su cartel como uno de los pueblos más bonitos de España; Brihuega, Jardín de la Alcarria, con sus campos de lavanda, Pastrana o Cogolludo, con Colegiata y Palacio, la Arquitectura Negra, Alto Tajo..., la provincia entera, y la propia capital con el Palacio del Infantado y el Panteón de la Duquesa de Sevillano, toda una belleza un tanto desconocida hasta para los propios guadalajareños, son enclaves turísticos de primer orden con suficiente oferta para turistas de todos los lugares. El segundo paso es ahora cambiar el chip y estar formados para convertirnos en los mejores guías y anfitriones, tarea en la que es imprescindible el buen manejo de los idiomas, especialmente el inglés. No es de recibo ya que en un alojamiento o local de restauración no se pueda atender a una persona que no conozca el castellano. En Brihuega conscientes de la importancia del turismo internacional en su futuro se desarrollará un taller de empleo denominado ‘welcome to Brihuega’ para formar en atención al público con peso específico del aprendizaje del inglés. Renovarse o estancarse.