Emanciparse: Una odisea
Los jóvenes castellanomanchegos perdemos capacidad económica viviendo en la cuarta comunidad autónoma con menor salario medio bruto, lo que se traduce inevitablemente en mayores dificultades en el acceso a la vivienda y un éxodo de jóvenes que buscan un futuro mejor en otras comunidades autónomas.
Es un hecho indiscutible que en España los jóvenes vivimos una odisea para conseguir emanciparnos y desarrollar nuestra vida personal y profesional. Por un lado, contar con un empleo ya no garantiza ser ajeno al riesgo de exclusión social, y por otro, con un 30%, somos el país con más paro juvenil de toda Europa. De hecho, los jóvenes hemos visto drásticamente reducida nuestra capacidad adquisitiva un 23% desde 2008.
Además, debemos sumar el excesivo aumento del IPC, el reciente incremento en un 4,67% y un 5,55% en los precios de alquiler y compra respectivamente, así como una subida del 34% en el coste de los suministros como el agua, gas o luz. Todo esto, junto a la pasividad del Gobierno de España, provoca que un joven trabajador destine el 85,1% de su salario neto anual para poder emanciparse en solitario o un 26,8% si decide alquilar únicamente una habitación. Estos son datos escalofriantes para el futuro de nuestro país porque sin duda, el futuro pasa por las manos de los más jóvenes.
Estos obstáculos con los que nos encontramos provocan que España continúe a la cola de la emancipación en Europa. Mientras en nuestro país solo un 15,9% de la población joven se ha podido emancipar, en Europa este dato se duplica alcanzando el 32,10%. ¿Cómo afronta esto el Gobierno de Castilla-La Mancha liderado por Emiliano García Page? Los datos demuestran que no lo hacen correctamente porque, con un 13,6%, es la tercera comunidad autónoma con la tasa de emancipación juvenil más baja. ¿Pero qué vamos a esperar de un Gobierno que incumple los plazos de resolución del insuficiente bono joven del alquiler?
Los jóvenes castellanomanchegos perdemos capacidad económica viviendo en la cuarta comunidad autónoma con menor salario medio bruto, lo que se traduce inevitablemente en mayores dificultades en el acceso a la vivienda y un éxodo de jóvenes que buscan un futuro mejor en otras comunidades autónomas. Un simple ejemplo es que un joven español debe destinar al pago de la entrada de la vivienda casi cuatro veces su sueldo anual neto, mientras que en Castilla-La Mancha la situación se agrava aún más porque deberá emplear entre cinco y nueve veces su salario neto anual. ¡Esto es inadmisible e insostenible si queremos un futuro próspero para nuestra tierra!
Según el Colegio de Registradores, somos la segunda comunidad autónoma con los precios de la vivienda más bajos. ¿Entonces, por qué la emancipación juvenil de Castilla-La Mancha es la tercera más baja? ¿Por qué el Índice Masteos sobre las ciudades de España más rentables para invertir en vivienda en alquiler destaca ciudades como Cuenca o Talavera de la Reina en las que la población joven ha disminuido en los últimos años? Sencillamente porque los jóvenes no tenemos oportunidades académicas y laborales aquí.
Para lograrlo, el Partido Popular propone luchar contra la despoblación facilitando la atracción de empresas y diferentes medidas que permitirán fijar población joven. Asimismo, plantea facilidades hipotecarias para jóvenes, incentivos fiscales para el alquiler de los jóvenes o la adquisición de nuestra primera vivienda y un impulso de la rehabilitación de edificios.
Pero tenemos buenas noticias, el futuro de Castilla-La Mancha puede cambiar porque contamos con una tierra de oportunidades, pero para ello es necesario tomar medidas urgentes y originales. Muy pronto contaremos con Paco Núñez como Presidente regional, una persona que lleva años escuchando a jóvenes para ayudarnos a emprender una vida profesional y personal en nuestra región. Frente a la palabrería y promesas incumplidas del autodenominado ‘Gobierno de la gente’, los jóvenes castellanomanchegos necesitamos soluciones ya.