En septiembre saldrá una línea de ayudas por importe de 6,5 millones de euros para la instalación de energías renovables térmicas
El Gobierno de Castilla-La Mancha pondrá en marcha a partir del próximo 1 de septiembre una convocatoria específica de ayudas por importe de 6,5 millones de euros para la instalación de energías renovables térmicas.
La consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, ha destacado que “se trata de impulsar y ayudar a que se puedan instalar nuevas instalaciones térmicas renovables y también ampliaciones y sustituciones de sistemas existentes en diferentes sectores de la economía y se podrán beneficiar empresas e infraestructuras del sector público de Castilla-La Mancha”.
En este sentido, Blanca Fernández ha explicado que la convocatoria consta de dos tipos de ayuda. Por un lado, está el programa de incentivos 1, con una cuantía total de 4.877.469 euros, enfocado a la realización de instalaciones de energías renovables térmicas en los sectores industrial, agropecuario, servicios y/u otros sectores de la economía, incluyendo el residencial. Las subvenciones serán de un 35 por ciento para las grandes empresas; ascenderán al 40 por ciento para las medianas empresas; y llegarán al 45 por ciento para las pequeñas empresas. Adicionalmente, en el caso de que se realice la actuación en un municipio de reto demográfico, el porcentaje de ayuda se incrementará en un cinco por ciento.
Y, por otro, el programa de incentivos 2, dotado con 1.690.344 euros, se encuentra destinado a la realización de instalaciones de energías renovables térmicas en edificios no residenciales, establecimientos e infraestructuras del sector público. La representante del Gobierno castellanomanchego ha indicado que “en el caso del sector público se financiará hasta un 70 por ciento, también con ese plus del cinco por ciento más, según el criterio de reto demográfico” en el caso de que la instalación se produzca en municipios en zonas despobladas.
Como ejemplos, Blanca Fernández ha indicado que con estas ayudas se pueden financiar cambio de calderas antiguas por calderas de biomasa, geotermia o aerotermia, así como instalaciones de energía solar térmica.
Acelerar la transición energética
“Se trata de acelerar e impulsar al máximo la transición energética hacia un nuevo modelo energético más racional; se trata de apoyar a las empresas y al sector público para que se puedan sumar a esta tarea; se trata de reducir emisiones de CO2 y fomentar la autosuficiencia en materia energética y de promover e impulsar que sea través de fuentes renovables. Es evidente que estamos sufriendo los efectos del calentamiento global, a nadie se le escapa ya que es una realidad que tenemos enfrente, y es evidente que el Gobierno de Castilla-La Mancha se lo ha tomado como una de sus prioridades porque no entendemos que podamos hacemos de otra manera”, ha dicho la consejera al respecto.
Sector estratégico para crear riqueza y empleo
Blanca Fernández también se ha referido a la gran oportunidad que representa “un sector estratégico para la creación de riqueza y empleo”, principalmente en las áreas rurales y, en este contexto, se circunscriben los cerca de 110 millones de euros que se ha destinado a la transición energética durante el último año y medio y que se han plasmado en la presentación de más de 10.400 solicitudes por parte de empresas, autónomos, Administración y sector público, familias y particulares en general.
En este punto, la consejera de Igualdad y portavoz ha subrayado que Castilla-La Mancha es una región referente en el desarrollo de las renovables y el mejor exponente es que “prácticamente el 80 por ciento del mix energético de la región ya está compuesto por potencia renovable; que nos podríamos abastecer al cien por cien con este tipo de energía; que en lo que llevamos de año se han instalado ya 980 nuevos megavatios renovables y la previsión para 2022 es de 1.200 megavatios que llevan aparejada una inversión estimada que supera los 700 millones de euros y una generación de empleo directo superior a 3.000 puestos de trabajo”, una previsión que está casi cumplida.
Autonomía energética y cambio climático
Por tanto, un impulso a la autonomía energética no solo de la región, sino también del resto de España, reduciendo consecuentemente los costes de la energía y la dependencia de terceros países de combustibles fósiles, un debate de gran relevancia en el panorama internacional actual.
Para finalizar, Blanca Fernández ha añadido a todo lo expuesto el reto de disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, algo indispensable para combatir el cambio climático y para cumplir con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como con las políticas de la Unión Europea en materia de clima y medio ambiente.