En Venezuela

09/03/2015 - 23:00 Enric Barrull

La tragedia social en Venezuela se agrava a pasos agigantados después de la detención del alcalde de Caracas Antonio Ledezma. El clima de indefensión por la represión sistemática de cualquier intento de ejercicio público de libertades se consolida, mientras Nicolás Maduro insiste en la cantinela de la conspiración mundial de la derecha contra el pueblo bolivariano. Una aburrida retórica que ampara prácticas contrarias a los derechos humanos y pone en riesgo una economía al borde de la ruina. Los datos de la represión son escalofriantes; entre otros, el balance de seis jóvenes muertos a tiros durante las movilizaciones callejeras de las últimas semanas, y más de trescientos alcaldes de la oposición procesados o detenidos. Además se ha incrementado la presencia de grupos paramilitares progubernamentales en las ciudades principales. Ante esta situación, el cardenal Jorge Urosa ha pedido que se pare la violencia asesina y se termine con los abusos, con el maltrato a los presos, y la arbitrariedad en las detenciones de políticos opositores. La oposición ha solicitado, a través de la Nunciatura Apostólica en Caracas, la mediación del Papa Francisco “a favor de los hijos de las madres venezolanas”, y para que se garanticen los derechos fundamentales y las libertades básicas.