España, bienestar seguro
En nuestra provincia el balance de seguridad de los últimos doce meses nos ha dejado momentos difíciles donde tanto Guardia Civil como Policía Nacional han estado a la altura de las circunstancias.
Durante este mes de octubre, todos los que nos sentimos responsables con la seguridad nacional celebramos con honores e ilusión las fiestas anuales de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), Policía Nacional y Guardia Civil, los Santos Custodios y la Virgen del Pilar, respectivamente. Unas efemérides que nos ofrecen una buena oportunidad para reconocer el trabajo siempre silencioso y discreto de estos servidores públicos. Trabajo, servicio y discreción, una triada ejemplar en estas sociedades nuestras tan deficitarias en muchas ocasiones en estos aspectos. De manera que está bien hacer un alto en el camino y subrayar la importancia de Guardia Civil y Policía Nacional, de este servicio público que prima el cumplimiento y el deber por encima de la notoriedad. Por tanto, debemos ser la ciudadanía, y especialmente las instituciones en primer término las encargadas de visibilizar la acción crucial y necesaria que representan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en nuestra democracia.
Una democracia real tiene que ser por definición una democracia segura, porque cuando hablamos de seguridad, realmente estamos hablando de la protección de nuestras libertades. Nada que ver con esos discursos de odio o xenofobia que estamos escuchando recientemente y que tanto crispan y desenfocan lo importante. Es más, cuando hablamos de seguridad estamos hablando de la salvaguarda de una convivencia pacífica de la ciudadanía, por tanto, lo más alejado de la crispación y los altercados. La seguridad es un pilar fundamental de una sociedad desarrollada, del estado del bienestar. Un patrimonio común de toda la ciudadanía que, junto con la educación, la sanidad, la responsabilidad medioambiental y los accesos equitativos en movilidad y tecnologías, representan el proyecto progresista de la socialdemocracia europea del siglo XXI.
La Guardia Civil honra cada 12 de octubre a la Virgen del Pilar en el Día de la Hispanidad.
Este objetivo último de democracia social que representa el Gobierno de España tiene muy presente el trabajo y la lealtad de las FCSE, su compromiso con ellas está fuera de toda duda. Una acción de Gobierno que se ha evidenciado tanto con la mayor oferta pública de empleo de la democracia para ambos cuerpos en estos últimos siete años -en el caso concreto de Guadalajara con un incremento del 10% desde 2017-, como con la inversión en infraestructuras -cinco millones para rehabilitación y dotación de nuestros cuarteles, con obras ya concluidas en Molina de Aragón y Brihuega-. Un compromiso que singulariza a Guadalajara de forma directa, como epicentro del país, con la construcción de uno de los centros policiales más punteros que habrá en Europa, el cuartel GEO, cuyas obras ya están iniciadas con una inversión de más de veinte millones de euros.
En nuestra provincia, el balance de seguridad de los últimos doce meses nos ha dejado momentos decisivos, situaciones difíciles donde tanto Guardia Civil como Policía Nacional han estado a la altura de las circunstancias, dando un ejemplo de servicio y compromiso con el país que es de justicia señalar.
Recuerdo los importantes destrozos de la DANA de octubre pasado en el valle del Mesa. Ese Día de todos los Santos pude comprobar de camino a la zona como de los ocho coches que me crucé seis eran patrullas de Guardia Civil. Al llegar al pueblo, una vecina con problemas de movilidad se desvivía en contarme como dos de nuestros guardias la habían evacuado de su vivienda y ayudado a recoger sus enseres con el máximo de los cuidados y respeto. Y así podría relatar una veintena de actuaciones de la Benemérita durante esos días. Recuerdo, por ejemplo, cómo llevaron medicinas a personas mayores que no podían salir de casa. Siempre encontré palabras de reconocimiento, tanto de los vecinos y vecinas como de los alcaldes. Mención merecida también la importante labor durante el incendio de los últimos días, con un esfuerzo de efectivos y turnos que ha situado su grupo operativo a un nivel de compromiso con la emergencia decisivo.
Otro momento crucial del año fue el día de la caída del suministro eléctrico. También estuvieron ahí las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tuvieron un papel crucial. Nuestra comisaría de Policía Nacional se erigió como centro de coordinación de la emergencia y pude comprobar personalmente la incorporación total de su plantilla, siendo ejemplo de una firme voluntad de servicio. No hubo que requerir a nadie. Todos fueron llegando para estar a disposición del amplio despliegue que requeriría la seguridad de la ciudad especialmente durante la noche, sobre todo de los comercios y polígonos con todos sus mecanismos de alarmas sin red.
Como siempre afirmo, somos una provincia segura porque somos una provincia protegida, y eso se debe a esa gran labor que realizan mujeres y hombres día tras día, en la Comisaría y en la Comandancia. Guadalajara ha sido referencia nacional en muchos dispositivos de seguridad. La Policía Nacional, con un dispositivo puntero en la desarticulación de crimen organizado dedicadas al robo en domicilios. Importantísimo también el dispositivo diseñado por la Comandancia con seguimiento de drones y patrullas a lo largo del recorrido del AVE en nuestra provincia para evitar robos de cableado y sabotajes.
Un verano cargado, de festejos taurinos, fiestas patronales, espectáculos masivos como conciertos, la floración de la lavanda… Sería de justicia que la ciudadanía reconociera el papel protector y garante que representa el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero como indiqué al inicio de este artículo, la gran paradoja de la seguridad es que cuanto mejor se protege menos se nota.
La Policía Nacional celebra los Santos Ángeles Custodios como el día de su patrón.
Los informes de criminalidad trimestrales de estos doce meses siguen apuntando datos de mejoría. Sin embargo, la presencia de la ciberdelincuencia sigue consolidándose como un serio problema social. La criminalidad en las redes es un hecho que debe ser asumido por la población y concienciarse cada vez más de la importancia de la autoprotección y prudencia en el uso de las nuevas tecnologías. Sobre todo, en sectores tan vulnerables como los jóvenes o los mayores.
Pero quizás, los asesinatos por violencia de género son la peor estadística dentro de la criminalidad, porque se trata de crímenes contra la democracia, crímenes contra mujeres a las que se les cercena su posibilidad de tener un proyecto de vida ciudadana en igualdad y libertad. De las 28 mujeres asesinadas en España en lo que va de año, una era vecina de nuestra provincia. Quiero aprovechar para poner en valor el excelente trabajo realizado por ambos cuerpos, la Guardia Civil en el levantamiento del cadáver y la Policía Nacional en la investigación del caso. Aquella trágica semana la coordinación fue completa y respetuosa. Una actuación ejemplar de coordinación desde el rigor y respetando el todo momento la dignidad de la mujer asesinada, resistiendo a las presiones sociales y mediáticas que desgraciadamente sufrimos en aquellos momentos, presiones en los que la dignidad de la víctima parece olvidada y solo custodiada por nuestros servidores uniformados. Reconozco también en ese aspecto la labor tan respetuosa de la prensa local que salvó el código ético de la profesión frente a la prensa sensacionalista.
No quiero dejar de sumar a todo este reconocimiento a las policías locales de nuestra provincia, cuya colaboración es imprescindible para la seguridad colectiva. Termino animando a la ciudadanía a compartir este reconocimiento a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que garantizan esa España del bienestar seguro que todas y todos queremos para el siglo XXI.