Fanáticos no
29/01/2015 - 23:00
Ultimamente se habla mucho de libertad de expresión, que si está bien encajada, es productiva, no esta mal, al contrario; pero no debemos aprovecharnos de ella para el insulto, la insensatez, en definitiva la mala educación y en querer a toda costa y obligar a otras personas a que tengan que ser de nuestra opinión; lo que es muy distinto de poderles explicar, con delicadeza si están en el error, pero jamás coaccionar; Lo que no es correcto es transigir con el error pero no a punta de pistola, si dos y dos son cuatro, no voy a afirmar que son cinco, y si robar es un delito no voy a afirmar que es una virtud, pero si otro piensa de otra forma, cada uno es responsable de su actos y de sus consecuencias. No hay derecho a ridiculizar lo más íntimo que tienen las personas que son sus creencias religiosas aunque sean equivocadas, pues esto da lugar a lo que estamos constatando en estos tiempos, al odio, al rencor y hasta el suicidio y asesinato, actos detestables, hemos de estar alerta. Pienso que el insulto, la mofa y el ridiculizar a los otros tendrían que estar penados por las autoridades. No podemos meternos como dice el refrán en camisa de once varas, sino comprender, convivir en armonía y respeto a lo distinto de lo nuestro. El fanatismo ni convence, ni ennoblece. El fanatismo siempre es malo. Con frecuencia lleva a la obcecación, a negar los principios más elementales de caridad y de justicia e incluso de mero humanitarismo. Fanáticos no podemos serlo de nada. Ni aun de lo más sagrado.