Final de fiestas

20/09/2016 - 21:15 Redacción

La capital ha vivido sus días grandes y de nuevo no han defraudado

La capital ha vivido sus días grandes y de nuevo no han defraudado. Miles de personas han llenado las calles y participado en los distintos actos de un buen programa de fiestas programado por el Ayuntamiento. Éxito de los dispositivos de seguridad y limpieza durante las fiestas. Apenas incidencias que lamentar y ninguna de gravedad en días de grandes tumultos y consumo excesivo de alcohol y, desgraciadamente, de otras sustancias. Perfecta la organización y el resultado de los encierros en punta que se celebran en nuestra ciudad,  que son escasos en España, de máximo nivel y categoría.  Acertada también la idea de llevar la fiesta a distintos escenarios, si bien el eje del parque de la Concordia- San Roque- Santo Domingo sigue primando en el gusto o preferencia de los guadalajareños.  Aun así el nuevo recinto ferial se ha integrado un poco más en nuestro día a día festivo. El modelo va cuajando, lo que no quiere decir que no se pueda abrir un debate sobre el cómo y en dónde concentrar mayor o menor actividad en un futuro. Los Hombres G, en el apartado musical,  se quedaron como único concierto de pago, para alegría de ese público de mediana edad que recordó la adolescencia con las canciones de su vida. Lástima del aplazamiento del concierto de Malú, el gran disgusto de este año, pero los imponderables son así y no cabe culpar más que a la mala suerte de tal circunstancia. Podremos, al menos, disfrutar de su voz este próximo domingo, en el mismo escenario, aunque todo será ya distinto. En cuanto a los toros, mayor ambiente que otras veces, un poco de todo sobre el ruedo,  con cambios en cartel y ganaderías que nunca son del agrado del aficionado. Por lo demás destacar el impresionante estado de la ciudad en especial durante las jornadas del viernes y del sábado y la buena acogida de actividades como los vermús solidarios, muy secundados, el teatro popular, que no ha perdido ni un ápice de público en su nuevo escenario o la tradicional verbena de Santo Domingo. Buenas fiestas, que la lluvia ha respetado, en las que chaquetas y jerseys han salido del armario y que ponen fin al verano. Poco a poco volveremos a la vida normal, para bien y para mal.