Gestionar con sencillez


La gestión sencilla es mucho más que una técnica de liderazgo en el ambito laboral, es una filosofía que puede enriquecer todos los aspectos de nuestra vida.

 A lo largo del tiempo, han surgido una serie de mitos y creencias acerca del papel del líder en la gestión de personas. Sería interesante preguntar a pie de calle qué es lo que la ciudadanía piensa sobre lo que es ‘ser un buen líder’  Por ejemplo, tal y como asegura el autor Pablo Maella en su libro GESTIONAR CON SENCILLEZ, uno de los mitos más arraigados es la idea de que el líder es el último responsable de asegurar que su equipo o sus colaboradores estén motivados, comprometidos, satisfechos y se interesen por su propio desarrollo profesional. 

Sin duda, el líder juega un papel crucial en la creación de un entorno propicio para el crecimiento del equipo, pero es importante desterrar la ilusión de que el éxito laboral y la satisfacción en el trabajo dependen exclusivamente de la figura del líder. 

Gestionar con sencillez. Esa puede ser la clave. Porque el líder puede ser una fuente inspiración para su equipo, pero cada individuo también debe asumir su papel y, por tanto, su responsabilidad en el equipo y en su desarrollo y bienestar profesional. La realidad es que el líder puede ser una fuente de inspiración y apoyo, pero cada individuo también debe asumir su propia responsabilidad en su desarrollo y bienestar profesional

Y en este sentido el líder desempeña un papel importante en el apoyo y la orientación, pero la verdadera realización en el trabajo surge del compromiso personal y el deseo intrínseco de evolucionar y superarse día a día. 

Por otro lado, no podemos obviar que la satisfacción personal, laboral o el éxito profesional no dependen únicamente de factores externos, sino que es una búsqueda interna que requiere determinación y responsabilidad. 

Quizás pueda sonar extraño, pero todos podemos contribuir a nuestro desarrollo profesional si definimos unos objetivos claros, si buscamos oportunidades de aprendizaje, si asumimos desafíos, nos fijamos en los demás para aprender, cultivamos nuestras habilidades sociales y una mentalidad de crecimiento.

Habla el titulo de este artículo de gestionar con sencillez. Pues bien, si estás leyendo este artículo y tu rol en el trabajo, o en otras facetas de la vida, es el de líder, es crucial seguir una serie de principios fundamentales que promuevan un entorno positivo y propicio para el crecimiento propio y de las personas de alrededor. 

A continuación, veamos los principios clave para llevar a cabo una gestión efectiva y sencilla, como por ejemplo tratar a los colaboradores como personas adultas, con capacidad de decisión y asumir responsabilidad. Prioricemos la sencillez y no hagamos que nustro equipo pierda tiempo en burocracia innecesaria o en procedimientos complicados que dificulten el trabajo. Fomentemos la autogestión y confiemos en nuestro equipo y en su capacidad para resolver problemas, hablándoles de forma clara y exigiéndoles estableciendo una expectativas claras y desafiantes. 

En esta ocasión no quería quedarme sólo en el ámbito laboral porque se puede gestionar con sencillez en nuestra vida cotidiana. Hacerlo nos puede ayudar a mejorar nuestras relaciones personales y nuestro bienestar, estoy convencido de que ya pones muchas de estas pautas en práctica, pero alguno de los principios que podemos aplicar en nuestro día a día son tratar a los demás con respeto y confianza, escuchando activamente a los demás, valorando sus opiniones y reconociendo su autonomía para tomar decisiones. Deberíamos de tratar de simplificar nuestras vidas priorizando lo esencial y evitando complicaciones innecesarias que puedan dificultar nuestras actividades diarias. 

La autogestión también es importante en el día a día, definamos nuestros objetivos personales y tomemos las riendas de nuestro crecimiento y desarrollo. Encontrando soluciones a los desafíos a los que nos enfrentemos y practicando la proactividad en la búsqueda de nuestras metas. Asumamos la responsabilidad personal, reconociendo nuestros errores y aprendiendo de ellos. Busquemos soluciones y trabajemos para mejorar en todos los aspectos de nuestras vidas.

¡Ah! Y no nos olvidemos de celebrar los logros, por pequeños que sean. No subestimemos la importancia de celebrar nuestros logros personales, incluso los más pequeños. Reconocerte por tus éxitos te motivará a seguir adelante y a mantener una actitud positiva hacia la vida.

Como has podido ver, la gestión sencilla es mucho más que una técnica de liderazgo en el ámbito laboral, es una filosofía que puede enriquecer todos los aspectos de nuestras vidas. 

Así que, ¡adelante! Apliquemos estos principios en nuestro liderazgo, en nuestras relaciones y en nuestro día a día. 

El poder de gestionar personas con sencillez está en nuestras manos, así que atrevámonos a marcar la diferencia y ser los líderes de nuestras vidas.