Gracias, Rosa Ana
26/02/2016 - 23:00
Quiero rendir justo y público homenaje de gratitud a Rosa Ana Corralo, presidenta de UNICEF Guadalajara durante los últimos diez años y activa voluntaria y colaboradora en nuestra provincia desde hace más de cinco lustros de esta prestigiosa organización mundial para la protección de la infancia. Rosa Ana comenzó a trabajar altruistamente para UNICEF en nuestra provincia hace 25 años, cuando María Teresa Florit y Avelino Antón pusieron en marcha esta organización aquí, labor que después continuó Mercedes Sánchez, contando todos ellos siempre con la cercanía, el entusiasmo, la entrega y la mejor disposición de Rosa Ana para trabajar desde Guadalajara a favor de la infancia más desfavorecida del mundo.
Pues bien, después de tantos años de entrega, Rosa Ana ha sido apartada de la presidencia de UNICEF Guadalajara por la nueva presidenta regional, de cuyo nombre ni quiero acordarme, quien ha nombrado una delegada de esta organización en la provincia que nada tenía que ver con ella hasta el momento y, por no conocer, ni conocía la sede de trabajo. La nueva presidenta regional de UNICEF no ha tenido, si quiera, la deferencia de hablar a fondo con Rosa Ana sobre el futuro de UNICEF Guadalajara y ha ninguneado al gran equipo de voluntarios y colaboradores que venía trabajando de forma admirable en nuestra provincia, siendo una de las estructuras provinciales de referencia de esta organización en Castilla-La Mancha. Como socio de UNICEF doy fe de este gran trabajo, que ha destacado especialmente en el ámbito de la declaración de Ciudades Amigas de la Infancia, siendo nuestra provincia una de las que más municipios tiene de toda España integrados en esta red que promueve favorecer los derechos de los niños desde las políticas locales. La Carrera del Agua, la Gala Anual de UNICEF, la captación de socios y donantes, y el fomento del voluntariado han sido otros de los puntales de la actividad de Rosa Ana y el equipo de colaboradores de esta ONG en nuestra provincia.
Desconozco los motivos por los que no se ha contado ni con Rosa Ana ni con el equipo que venía trabajando con ella en UNICEF Guadalajara en la renovación de responsables, pero es evidente que no se han sabido cuidar las formas y que, más que realizarse un relevo de responsabilidades de forma natural y razonable, parece como si alguien hubiera querido dar un golpe de mano, lo que no encaja con el perfil de UNICEF ni se merecían las personas que tanto y tan bien han trabajado por esta organización en nuestra provincia.
¡Larga vida a UNICEF, pero cuiden mejor las formas, por favor!
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