Gran final del concurso de narración infantil de la Cope
31/03/2014 - 11:09
Después de cuatro semanas intensas de cuentos y emoción, ayer se celebró en COPE Guadalajara la gran final de esta segunda de narración infantil entre colegios de la provincia, edición patrocinada por Basf Coatings.
En total, han participado cuatro centros de nuestra ciudad, por el Colegio Santa Ana: Belén de Andrés, por el Colegio Maristas Champagnat: Patricia Sánchez, por el Colegio Alcarria, Marian Boudiouan y por el Colegio Badiel ha participado Sara Román. Todas ellas han resultado ganadoras en sus respectivos colegios en las semifinales, y a los que representaron después en la gran final. El tema sobre el que escribir para esta vez lo proponía COPE Guadalajara y las niñas, porque todas las finalistas han sido niñas, debían escribir una historia en la que aparecieran los conceptos verano, abuelo/a, y río o mar. El jurado formado por José Carrecedo, como representante de la empresa patrocinadora Basf Coatings, Ana María de librería LUA como representante de las empresas colaboradoras y Álvaro Ruiz, periodista y profesor, tenían que valorar la redacción, creatividad y lectura.
La ganadora ha sido Patricia Sánchez Marín, de quinto curso del Colegio Maristas, con el texto titulado,
Un río cualquiera
Un río cualquiera Érase una vez un río pequeño y con muy poco caudal, algunos le llamaban riachuelo, y eso le sentaba fatal. No salía en ningún mapa y muy poca gente conocía su nombre.
El río quería ser famoso y que los niños lo estudiaran en el cole, le hubiera gustado desembocar en el mar y no en un pequeño río también desconocido. Pasaron años, décadas, siglos, milenios y el río seguía igual, siendo pequeño y poco conocido. Algo le hizo cambiar un día que escuchó en su orilla a un abuelo hablando con su nieto: -Cariño, éste es un río muy especial, tenemos mucha suerte de tenerlo cerca, su agua es limpia y está caliente, nos da de beber y riega nuestros campos. Aquí os podéis bañar porque no tiene corrientes, ni peligrosos animales.
Además lleva así muchos años y si vosotros lo respetáis y cuidáis podréis disfrutar de él tanto como lo hemos hecho nosotros. El río guardó esas palabras en su corazón, y aquel verano se fijó en todas las personas que se divertían con él, bañándose, pescando, caminando por sus orillas; todos los animales (renacuajos, peces, pájaros) y plantas que vivían gracias a él. Y empezó a valorar lo importante que era él para otros. Los últimos días del verano, muchos coches y personas comenzaron a marcharse y pensó que volvía a ser de nuevo
lo que era, algo sin importancia. Pero, le quedaban las personas que más quería
los abuelos y abuelas de esos niños del verano. Ellos le visitaban durante todas las estaciones del año, porque tienen más tiempo libre, ya que no tienen que hacer tantos deberes y para ellos él tiene valor y serles útiles es su sueño, no quiere ser famoso, prefiere ser especial.