Hallazgo arqueológico en Tamajón
Son descubrimientos de primer nivel que constatan la existencia de vida remota en la provincia, que enriquecen nuestro patrimonio histórico y deben aprovecharse como un revulsivo para el turismo.
Los ajustes presupuestarios en los años más duros de la crisis y de la incipiente todavía recuperación castigan de manera especial a la investigación en sus amplias aristas y la práctica demuestra que cuando existe respaldo económico los resultados llegan y éstos significan progreso y bienestar. Científicos formados en España se desplazan fuera del país en busca de lugares donde haya un mayor apoyo en estos campos, la llamada fuga de cerebros. El Gobierno regional consciente de la necesidad de frenar y en la medida de lo posible revertir esta situación ha elaborado un plan de retorno del talento. Un ejemplo de la utilidad y conveniencia de respaldar a los estudiosos en cualquier materia es la arqueología y la provincia de Guadalajara, un exponente de ello. En los últimos meses hemos conocido que en la iglesia de Santiago de Sigüenza permanecen ocultos los restos más antiguos de la ciudad hasta ahora reseñados. También tuvimos noticia, en concreto en marzo, del hallazgo de una ciudad romana oculta en el cerro de la Virgen de la Muela, en Driebes, ya citada por los clásicos hace miles de años con el nombre de Caraca. Ahora es el turno de Tamajón donde se han encontrado los restos más antiguos de nuestra especie, el Homo Sapiens, que existen en la meseta. Están en la Cueva de los Torrejones. Es fruto del trabajo de un equipo de ocho arqueólogos y paleontólogos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. Sin duda pasarán años y más estudios hasta que se puedan visitar estos lugares en Sigüenza, Driebes o Tamajón y aprender en ellos como hacemos en Zorita con Recópolis, pero bien gestionado, con el apoyo de las administraciones públicas, las universidades y la inversión privada se avanzará en nuevos hallazgos que han de servir para el desarrollo de nuestro medio rural. Son descubrimientos de primer nivel que constatan la existencia de vida remota en la provincia, que enriquecen nuestro patrimonio histórico y deben aprovecharse como un revulsivo para el turismo, la inversión empresarial y la fijación de población.