Hay alternativa. Trabajo digno y seguro

30/04/2012 - 12:17 Redacción

El lema que nos acompaña este año, con motivo de la celebración del Día Internacional por la Seguridad y la Salud en el Trabajo, reclama más atención a la prevención y a la lucha contra los accidentes laborales en tiempo de crisis. Recordamos a trabajadores y trabajadoras que perdieron su salud y su vida como consecuencia de las condiciones de trabajo en las que desarrollaban su actividad profesional.
Esta jornada es, sobre todo, un día de exigencia y reivindicación ante las empresas y los poderes públicos, porque nuestras condiciones de trabajo deben ser dignas, seguras y saludables. No admitimos ni el deterioro de la actividad preventiva, ni la reducción de recursos destinados a eliminar los riesgos laborales; no admitimos que la crisis económica sea la excusa para que empresarios y gobiernos olviden sus obligaciones contractuales y sus responsabilidades políticas.
El pasado año 24.091 personas sufrieron accidentes de trabajo en Castilla-La Mancha, perdiendo la vida 37 personas y, además, se declararon 273 enfermedades profesionales. Una dolorosa estadística que, a pesar de la reducción de los últimos años, sigue llenando de dolor y sufrimiento a los accidentados y a sus familias.
La realidad hoy es innegable: las empresas no consideran prioritarias las inversiones en materia de prevención y los recortes presupuestarios de las Administraciones Públicas acentúan la desprotección de los trabajadores y trabajadoras. Retrocedemos muchos años, a prácticas e incumplimientos con terribles consecuencias para la salud laboral, la integridad física y la vida de la población asalariada.
En nuestra Comunidad Autónoma la obsesión del gobierno Cospedal por encabezar el liderazgo en la política de ajustes, le lleva a desatender su responsabilidad y los compromisos contraídos. Ni expone su política preventiva, ni cumple con lo acordado en el vigente Acuerdo Estratégico para la prevención de riesgos laborales. Llevan gobernando más de diez meses, pero no conocemos ni los recursos que destinarán para conseguir una mayor protección de los trabajadores y trabajadoras, ni explican sus alternativas o planes en materia de seguridad y salud laboral.
La Reforma Laboral ha venido, además, a potenciar la arbitrariedad empresarial y el autoritarismo. La pérdida de las mejoras reconocidas en los convenios colectivos, en materia de incapacidad temporal, y la durísima causa de despido objetivo por absentismo por enfermedad, provocan una mayor indefensión de los trabajadores y trabajadoras, a la vez que aumentan el riesgo de accidentes de trabajo.
El riesgo a perder el empleo obligará al “presentismo” en el puesto de trabajo aunque se esté enfermo, o no se hayan curado las dolencias; en conclusión, se penaliza al enfermo y se le somete a un mayor riesgo. Así no se logran entornos laborales más seguros, así no se preserva la salud de los trabajadores y las trabajadoras, así no se vigila la salud para curar, así ni se protege, ni se cumple el objetivo preventivo.
Por otro lado, la irrupción de las Mutuas Patronales de Accidentes de Trabajo para que dispongan de las altas y bajas por enfermedad común, que es un objetivo empresarial desde hace años, nos alarma porque, en lugar de vigilar la salud de los trabajadores y trabajadoras, pueden orientar su actuación al servicio de los intereses de sus empresas asociadas.
Hay alternativa a esta política económica y social que lastra nuestro modelo de convivencia y de relaciones laborales. Hoy, más que nunca, la movilización es necesaria, con sindicatos el trabajo es más seguro.