Histórica decisión sobre el Tajo
Los tiempos cambian, las sociedades evolucionan y conceptos como la sostenibilidad o la conciencia medioambiental se imponen, pero sobre todo lo hacen la razón y la lógica.
Satisfacción, alegría, pero sobre todo justicia para un río, el Tajo, que desde los tiempos finales del franquismo hasta la actualidad ha sido maltratado en aras de una mal entendida solidaridad entre regiones que obliga a derivar su agua a la cuenca del Segura, degradándolo, malhiriendo su cauce, atentando contra el medio ambiente y frenando el desarrollo económico de una comarca que en torno a sus pantanos había creado un modelo rentable basado en el turismo. Los tiempos cambian, las sociedades evolucionan y conceptos como la sostenibilidad o la conciencia medioambiental se imponen, pero sobre todo lo hacen la razón y la lógica. No se puede quitar agua a quien la necesita, no se puede esquilmar un río, hay que explorar otras vías para dar respuesta a las necesidades hídricas del país. Debe existir un pacto nacional, una política común que satisfaga a las distintas zonas, pero esto no ha sido así, a costa de unos y para beneficio de otros. El Tribunal Supremo estableciendo caudales hidrológicos en una historia sentencia, la Unión Europea avalando nuestro argumento y ahora el Gobierno central a través de un ministerio llamado de la Transición Ecológica que hace gala, por fin, de su nombre para atender a la biodiversidad, a la sostenibilidad del Tajo, al desarrollo hasta ahora prohibido a los municipios ribereños. Gran noticia. Este Plan Hidrológico aprobado para el periodo 2022-27 garantiza un caudal ecológico al Tajo que disminuirá notablemente las cantidades a trasvasar en sintonía con la Directiva Marco del Agua europea. No es el final. Queda lucha para lograr que todavía fluya más el agua por el Tajo y sobre todo para que algunos intereses no reviertan la dirección tomada. Para ello debemos permanecer unidos y apostar porque un día en España haya una política de gestión del agua adecuada. Hoy toca felicitarnos, no bajar la guardia y empezar a disfrutar del río que nos ha de llevar a un futuro mejor.