Impulso empresarial
El proyecto nos sitúa en el mapa mundial empresarial con la denominación Port Tarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo.
Indudable atractivo para la fijación de cualquier empresa que exporte o importe producción es la facilidad de transporte de sus mercancías. Ese será el valor añadido que ofrecerá Puerto Seco-Ciudad del Transporte cuando haya finalizado la construcción de la plataforma intermodal de la que este miércoles se puso la primera piedra en un acto simbólico que anuncia un futuro de crecimiento económico y oportunidades para una provincia de Guadalajara que ya es referente para la inversión logística e industrial por sus estratégicas comunicaciones por carretera con el resto del país y su cercanía al aeropuerto. Ahora la apuesta es por el ferrocarril, junto al transporte marítimo, como medio de locomoción más sostenible, competitivo y económico, abriendo una puerta al mar, directamente, a las empresas importadoras y exportadoras, haciendo que el centro peninsular se incorpore al famoso Corredor del Mediterráneo, ampliando la actividad del Port de Tarragona hacia el interior, reforzando el papel logístico de la Ciudad del Transporte y de los municipios del Corredor del Henares y situándonos en el mapa mundial empresarial con la denominación Port Tarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo. Si difícil parece que dos administraciones- en este caso los ayuntamientos de Guadalajara y Marchamalo- trabajen de la mano, se constata que es posible cuando hay un objetivo común, un interés compartido, contando además con la implicación del Gobierno regional, el Ejecutivo Nacional y la Unión Europea que promueve este modelo de transporte que reduce la contaminación atmosférica o acústica, contribuye a una mayor seguridad viaria y permite un mejor aprovechamiento de los sistemas de transporte. El proyecto, con una inversión de quince millones, conecta, con capital en Marchamalo, el centro de la península con Cataluña, siendo elemento de vertebración del país, de modernización de sus infraestructuras y catapulta al Port de Tarragona como nodo logístico estratégico en el mediterráneo y el sur de Europa, abriendo una nueva ventana de negocio para sus clientes. Todo esto significa que habrá más motivos todavía para que nuestro suelo industrial resulte atractivo para la localización de grandes mercantiles y la zona entera adquirirá renombre como punto de interés donde invertir, lo que augura prosperidad, crecimiento y empleo.