Invasión porcina

24/12/2016 - 12:08 Antonio Yagüe

Y mucho se tiene que torcer para que en este 2017 de todas las recuperaciones,  según Rajoy y la marisacala de campo Cospedal, no se lidere el censo de población porcina.
 

En la  lista de tópicos geográficos, casi siempre negativos, figura nuestra provincia junto a las de Teruel y Cuenca como las más insulsas y grises de España. ¿Razón? Casi nunca ocurre nada. No merece la pena rebatirlo. Pero a veces pasan cosas y casos que trascienden hasta el extranjero. Casi siempre en negativo. O para mal, como dicen en mi pueblo.
    Guadalajara ha sido pionera en acoger la primera central nuclear en Zorita, sumar otras dos en Trillo, servir de eterno aguador con sus embalses y pantanos a Madrid y Murcia, sufrir el incendio con más muertes, albergar aerogeneradores para aburrir y aturdir, ser el primer objeto de deseo del ‘frakking’ para perforar campos y sacar petróleo... Y mucho se tiene que torcer para que en este 2017 de todas las recuperaciones,  según Rajoy y la marisacala de campo Cospedal, no se lidere el censo de población porcina.
    Dos macrogranjas con más de 50.000 cabezas de puercos de cuatro patas, que podrán ser 75.000 por aquello donde comen dos comen tres, han soliviantado a una veintena de pueblos de la parte de Brihuega y Sigüenza. Un proyecto que se ve con solidaridad pero también con recelo en el Señorío, por aquello de que pudiera correrse hacia el este y aterrizar por las parameras o riberas molinesas.
    A cambio de diez  exiguos diez puestos de trabajo como modernos porqueros, cuentan que estos apreciados animales en la mesa dejarán 500 toneladas al año de purines, otras tantas de metano y 500 más entre óxido de nitrógeno y amoníaco. La contaminación de los acuíferos parece asegurada y directamente la del Henares y el Tajuña en caso de accidente.  Y unos olores que espantarán a todo turista que se precie y no digamos posibles compradores de casas o redentores del invierno demográfico de la zona.
    El PP acusa a Page de que su amor por la provincia se limita a “inundarla de cerdos”. Como si no hubiera bastantes, incluso de dos patas. El PSOE esgrime que fue Cospedal quien engrasó la legislación que lo hace posible. El uno por el otro...
    “En Teruel, sin ir más lejos, ya tienen un serio problema. Si fuera algo bueno, seguro que se lo quedaban en las capitales. Allí sólo el jamón”, teme, escarmentado, un vecino de Aragoncillo.