La dimisión de Pedro, ¡qué oportunidad!

18/10/2016 - 11:49 Vicnuel Sánchez

Cuando, tras conocerse la dimisión de Sánchez, oí decir a algunos de Podemos que eso era “una mala noticia no sólo para los socialistas, sino también para los españoles”, empecé a pensar que tal vez fuese lo contrario.
 

Cuando, tras conocerse la dimisión de Sánchez, oí decir a algunos de Podemos que eso era “una mala noticia no sólo para los socialistas, sino también para los españoles”, empecé a pensar que tal vez fuese lo contrario. Pero tampoco la calificaré de buena noticia, porque depende de cómo se realicen esas costuras de las que hablan los socialistas. Lo que sí me parece es que esta dimisión supone una gran oportunidad, que si se sabe aprovechar, producirá enormes mejoras para el PSOE, para España y hasta para Europa. Y creo que no exagero. Recuerden el bien que supuso el que Felipe González abandonase el marxismo y se acercase cada vez más a las socialdemocracias europeas, “tuteándose”, por ejemplo, con “los Helmuts” (Schmidt y Kolh) y otros importantes dirigentes mundiales; pero llegó Zapatero y cambió el rumbo de la nave 180 grados, para volver a los años treinta (su abuelo, la guerra civil, la memoria histórica, las dos Españas, el desencuentro, etc.) y para cambiar las preferencias, como veo en imágenes Google, por los Castro, Chávez, etc. Y, sorprendentemente (no se lo esperaba casi nadie), Pedro Sánchez, en vez de tratar de arreglar los grandes desaguisados de ZP (reconocidos por mucha gente), optó por convertirse en un ZP II. Difícilmente se puede entender, por ejemplo, que, en plena campaña electoral gallega o vasca, Sánchez dijese que estaba dispuesto a formar Gobierno entendiéndose con Podemos, nacionalistas, etc., porque, en buena lógica, eso supone espantar el voto de sus habituales votantes gallegos y vascos no nacionalistas a otros partidos o a la abstención. No cuela, por lo tanto, que los “pedristas” quieran cargar el muerto del bajón electoral vasco y gallego a la actuación de los críticos. Como tampoco cuela que algunos periodistas que en su día se mostraron más partidarios de Sánchez que de Madina, ahora, a toro pasado, recriminen a Susana su inicial apoyo a Pedro; por eso hice hincapié anteriormente en lo de sorprendentemente. Como vemos, la dimisión de Sánchez supone una gran oportunidad de recuperar el buen rumbo y, así, no dejarse engullir por Podemos; de lo contrario, sucedería lo que tan frecuentemente sostienen casi todos los tertulianos: que el votante prefiere el original a la copia. Pero, si los socialistas no son capaces de recuperar un PSOE homologable a las socialdemocracias europeas (ojo, éstas también son actualmente un tanto “zapaterinas”, tendrían que mejorar), probablemente sería absorbido por Podemos y, en ese caso, se abriría otra buena oportunidad, que no sería tan poco factible como puede parecer a primera vista: que un nuevo “PSOE renovado” o un partido similar a UPyD (partidario de la unidad de España, y no tan tibio como lo ha venido siendo el PSOE en este tema, con el pacto del Tinell, tripartitos, pentapartitos, etc.) pasase a ocupar ese centro izquierda que dejaría el PSOE “zapaterino”. Para ello los medios de comunicación no tendrían que ignorar o ningunear, como suelen hacerlo, al nuevo partido, con el objetivo de que éste no “robe” (es el verbo que suelen emplear) votos a los grandes partidos (en ese caso serían PP y Podemos). Por último deseo aclarar que con lo escrito anteriormente sólo he pretendido, desde mi condición de ciudadano de a pie y no militante de ningún partido, opinar sobre las dos principales formas de dirigir al PSOE que he conocido. También querría transmitir, por si sirven, cuatro sugerencias a los gestores y a los futuros dirigentes del PSOE: 1) Que pongan todos los medios para evitar posibles corrupciones (esto fue lo que se cargó el prestigio del PSOE de Felipe). 2) Que no se empecinen en mantener leyes educativas de las que igualan por abajo. En contra de lo que podría parecer, los principales perjudicados con estas leyes son los alumnos más débiles (en lo económico, en lo social, en lo intelectual...). 3) Que no se dejen amedrentar por los militantes “pedristas” pues: a) seguro que los voceadores de Ferraz de los días 1 y 2 de octubre no eran todos del PSOE. b) Cuando Felipe González vio que era conveniente entrar en la OTAN, lo consiguió, aún teniendo mucho militante en contra. 4) Que tampoco se dejen amedrentar por los de Podemos. Si les retiran los apoyos en Comunidades o Ayuntamientos, que exijan al PP que facilite el gobierno socialista de éstos a cambio de facilitar ellos al PP el Gobierno de España. ¡Qué agusto nos quedaríamos en Madrid, Cádiz, etc.!