La familia

El año concluye con cantidad de preguntas por nuestra parte, y ninguna respuesta. Este dos mil catorce, ha sido bastante sanguinario. La crisis económica ahí está, no sabemos quién nos gobernará, y como lo hará el próximo que salga. Vemos el islamismo que avanza a marchas forzada. Vemos como está siria, Iraq, Ucrania, la família cada vez más deshecha. También está el grandísimo dilema, se si algún gobierno, defenderá la vida. En algunos lugares, ya ha empezado y avanza, una tercera guerra mundial, y todo, porque los hombres, las personas humanas, no nos ponemos de acuerdo con nada. Es curioso, y no nos damos cuenta, que queramos en masa, más el mal que el bien. En el Sínodo de la familia que hubo en octubre, se encontraron con unas discrepáncias tremendas y sin ponerse de acuerdo. Por una parte, se ve clarísimo, lo que está bién y lo que está mal, y como sea al antojo de cada uno, pues.. apaga y vámonos. Unos se ilusionaron, con que algo se arreglaría, y que llegaría una especie de paz, pero otros están totalmente en desacuerdo, con lo que se dijera en esa reunión. Y no es pensar que luego a mi me irán mejor las cosas, sino, pensar en universal, que pensemos en el vecino, en el mundo que sufre. Casi siempre está todo el fallo, en que las personas no queremos razonar, y no vemos la que se nos viene, la que se nos presenta. El papa que ve desde arriba, nos avisa de nuestras incongruéncias. Solo vemos el trocito que tenemos delante. Mi parcela, y el mundo es muy grande.