La influencia del 28-A en el 26-M
Los partidos afrontan con diferente estado de ánimo esta importante cita.
Sin tiempo para digerir los resultados electorales de la cita del domingo nos aprestamos a iniciar una nueva campaña electoral para dirimir alcaldías, diputaciones, autonomías y el parlamento europeo. Los partidos afrontan con diferente estado de ánimo esta importante cita, aunque conscientes de que son distintos los condicionantes y que los datos del 28-A, salvo en el caso, probablemente, de las europeas, no son extrapolables, aunque marquen tendencia sobre todo en las localidades con mayor población donde se evidencia la división del voto de la derecha y la recuperación del PSOE, a costa de Unidas Podemos. El principal factor que cambia el destino de la papeleta es la no presentación de candidaturas en la mayoría de los núcleos pequeños por parte de CS y UP que tan solo estarán en una treintena de lugares, y de Vox, que optará a concejalías en once pueblos. Y es que encontrar candidatos dispuestos a implicarse en la vida de 288 municipios y 25 EATIM, muchos casi despoblados, hoy por hoy, únicamente está al alcance del PSOE y del PP, las dos formaciones con mayor estructura, que se reparten las victorias, bastantes más los socialistas en esta ocasión, tal y como se refleja en el mapa que publicamos este viernes, en la casi totalidad de la provincia, a excepción de unos pocos triunfos de Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos. El segundo aspecto es el voto a la persona, al candidato cercano, algunos con décadas ya en el cargo, y eso trasciende de ideologías. Son alcaldes y concejales que trabajan por la supervivencia de sus pueblos, por mantener en ellos unos mínimos servicios y algo de vida, muchas veces poniendo recursos de su bolsillo. Es el voluntariado de la política, quienes la dignifican y la dan el sentido que debería tener. Por otra parte, los electores, tercera consideración, muchas veces, no votan lo mismo en las generales que en las locales, por lo que no se deben dar cosas por hechas. Es cierto que el PSOE, con su claro triunfo del domingo, sale con mayores perspectivas de lograr las grandes plazas, los principales objetivos, frente a una derecha lastrada por la fragmentación que le hará perder poder territorial y que precisa de un replanteamiento. Hay pues optimismo fundado en los candidatos socialistas, moral alta por la inercia, la ilusión de su votante, pero el encuentro está por jugar y son otras elecciones.