La nueva andadura de Caja de Guadalajara

06/10/2010 - 00:00 Redaccion

La primera fusión interregional de dos cajas de ahorro se hacía ayer efectiva. Los presidentes de Caja de Guadalajara y Cajasol, José Luis Ros y Antonio Pulido, firmaban ante notario la fusión de ambas entidades financieras refrendando el acuerdo de los Órganos de Gobierno de ambas Cajas y haciendo efectivo un proceso que se inició el pasado 26 de enero con la redacción del protocolo de fusión. Monte de Piedad y Caja de Ahorros San Fernando de Guadalajara, Huelva, Jerez y Sevilla (Cajasol) tendrá su sede en Sevilla y mantendrá la marca Caja de Guadalajara en Castilla-La Mancha, comunidad en la que tiene previsto realizar una apuesta comercial y de negocio acompasando su expansión al rumbo económico. La Caja provincial no sólo mantendrá su nombre en la región, sino que ha apostado, en el proceso de fusión, por la creación de una fundación que le permitirá seguir manteniendo la labor que venía desempeñando desde la Obra Social. Es decir, que la presencia e implantación de entidad alcarreña se mantendrá intacta en el que ha venido siendo su ámbito de actuación. Pero además, José Luis Ros ha sabido resolver con eficacia uno de los principales problemas que se plantean en este tipo de uniones: la integración laboral de la plantilla en un nuevo grupo. Un pacto ha conseguido evitar medidas laborales traumáticas consiguiendo que la reorganización de las plantillas de ambas entidades haya tenido carácter voluntario. La alianza suscrita con Cajasol permitirá, en adelante, facilitar más préstamos a proyectos solventes, a profesionales con capacidad de gestión y a empresarios emprendedores. Con la fusión, la nueva Entidad refuerza su capital, aumenta las provisiones, obtiene una holgada liquidez y fortalece las garantías propias y la de sus clientes. Caja de Guadalajara inicia una nueva andadura adaptándose a las necesidades de un nuevo sistema financiero español que ante la coyuntura de inestabilidad económica se ha visto obligado a reestructurarse y a apostar por las uniones interbancarias que aseguran su viabilidad.

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