La relevancia de la figura del maestro

04/11/2017 - 12:40 Redacción

Es momento  de reconocer la importancia del maestro en la construcción de la sociedad, figura clave en el aprendizaje, la formación y la educación de cada uno de nosotros.

El 29 de octubre se han cumplido 175 años de la inauguración del primer curso que se impartió en la que hoy es la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá en Guadalajara y que para muchos alcarreños será recordada como la Normal o la Escuela de Magisterio, ese lugar que siempre ha tenido un mismo objetivo, la formación de los maestros. Muy distintas etapas  ha vivido, algunas de decadencia, hasta de cierre algún curso, otras de esplendor, condicionada en muchas ocasiones por las derivas políticas y en especial por los cambios en las leyes de educación en un país donde ni siquiera después de cuarenta años de democracia han conseguido los partidos consensuar con la comunidad educativa un modelo que perdure con independencia de las alternativas en los gobiernos. Es tiempo para el recuerdo, para la añoranza, para mirar con curiosidad al pasado y conocer la evolución de una institución educativa señera, identificativa de la propia ciudad de Guadalajara, que es parte relevante y brillante de su historia de la que sentirnos orgullosos. Desde aquel lejano 1842/43 cuando comenzó con nueve alumnos, uno de cada partido judicial de la provincia, becados por la Diputación, administración que la puso en funcionamiento, hasta hoy, con 1.546 estudiantes, han sido decenas de miles los maestros formados. Es momento  de reconocer la importancia del maestro en la construcción de la sociedad, figura clave en el aprendizaje, la formación y la educación de cada uno de nosotros. Seremos periodistas, médicos, abogados, ingenieros, electricistas o carpinteros, pero todos pasamos antes por el colegio.  Hay que prestigiar y poner en valor su figura. La forma de enseñar va evolucionando por las tecnologías, la búsqueda de una mayor cercanía con el alumno, las evaluaciones más continuas,  la creciente formación de los docentes- se ha conseguido pasar de Diplomatura a Grado el Magisterio... pero la esencia última sigue siendo tener los mejores maestros para proporcionar la más óptima educación.