Leyes frente a ideología

10/02/2017 - 12:29 Jesús Fernández

En otros tiempos, el binomio era fe y derecho, religión y Estado. Hoy hemos avanzado hacia posiciones tales como pueblo y parlamento, soberanía popular y Estado de derecho.

La democracia no se asienta en ideologías sino en leyes. Ella es un sistema normativo y no una ideología optativa. Más aún, aquí se cree que democracia es pensar y hacer lo que quiere el jefe. Nada de principios, límites, responsabilidad o compromisos. Y, sin embargo, las estructuras y leyes de transparencia son necesarias y esenciales para la vida democrática. Los partidos y los medios de comunicación ejercen mucha presión sobre los ciudadanos. Los medios deben informar sobre hechos o acontecimientos para que la población pueda discutir y formarse una opinión sobre ellos. Una excesiva influencia de los partidos sobre los medios y los periodistas puede dañar los procesos democráticos y el desarrollo de una sociedad plural. Por eso podemos hablar de leyes democráticas o una democracia de leyes.
    En otros tiempos, el binomio era fe y derecho, religión y Estado. Hoy hemos avanzado hacia posiciones tales como pueblo y parlamento, soberanía popular y Estado de derecho. Pero ahora tenemos también la ideología como inicio del ordenamiento jurídico del Estado. También  existen  ideologías totalitarias que dan lugar a Estados totalitarios. Dios ya no pone ni dicta las leyes. Ahora, los que las dictan, se sienten dioses y dueños del pueblo y para el pueblo. En nombre de esa totalidad se sienten con autoridad. Los cargos, los gobernantes  y las instituciones creadas y ocupadas por ellos, son simplemente  instrumentos de su absoluta autoridad en todo. Aunque sean ateos, siguen invocando  a Dios como origen de su autoridad, sabiendo que así tranquilizan al pueblo.    
    No sé si la ideología juega un papel decisivo a la hora de elegir o adscribirse a uno u otro partido. Parece que cada vez menos. Por otra parte, ¿qué función tienen los parlamentos a la hora de elaborar las leyes? ¿Ante quién responden los fabricantes de las  leyes?  Sólo ante la ideología del pueblo manifestada a través de los partidos que actúan  como referencia de dichas leyes. Antes teníamos el llamado derecho natural frente al derecho positivo pero ahora hasta con él han terminado las ideologías. Además,  los regímenes populistas que son ideológicos y autoritarios, tampoco satisfacen al pueblo. Están sujetos a la presión de “elites” internas o nacionales y buscan su legitimidad en otras fuerzas “postcoloniales” que les ayuden a ensanchar la base populista a la que prometen una modernización progresiva. Por eso, terminan refugiándose en el capitalismo, en el consumo y en el mercado.¿Dónde queda la ideología? Cuando la economía entra en la política, por esa misma puerta sale la ideología.