Libertad de expresión, pero no insulto
Quisiera hace recapacitar a la señora Rita Maestre.
Quisiera hacer recapacitar a la sra. o señorita Rita Maestre sobre su actuación grosera, blasfema, desmedida y no quiero seguir con más calificativos, ya que son indignos de una persona educada y que sepa guardar su compostura, ya que el cargo que ostenta lo deja a ras de tierra.
Yo como mujer me avergüenza y como cristiana católica me duele porque ha ofendido a quien más amo ¿se da cuenta sra. que a quien odia y maltrata es a su Creador y al que le mantiene en el ser? Hasta donde llega la maldad humana cuando no sabemos usar bien de nuestra libertad, y la convertimos en libertinaje.
Pero Dios que es infinitamente misericordioso, la perdonará si acude a El con un sincero arrepentimiento; El no es rencoroso, pero recuerde, -no sé si lo habrá estudiado alguna vez,- que también es justo y paga a cada uno según sus obras.
Por favor, no volvamos siglos atrás, en conciencia y por sentido común toda culpa tiene una pena, así está establecido en la ley y la que han puesto a la sra. Maestre, es ridícula no tiene por qué quejarse.
Estas personas que actúan así, se agarran para justificar sus actos indignos, a la libertad de expresión, libertad de expresión sí, pero no insulto y ofensa, esto tiene otro nombre, mala educación y “hacer de su capa un sayo”.
“Al leer Macheth aprendemos la gran equivocación que comete un hombre o mujer cuando supone que un acto malo le abrirá camino y le conducirá al éxito”.