El viernes dejó entre sus actividades citas como el concierto de Hombres G y el concurso de recortes

Era una tradición más de las Fiestas. Durante estos días, el programa de festejos siempre hace algún guiño a los más nostálgicos, sobre todo a los que añoran aquella inconsciente liberación que supusieron los años de La Movida madrileña. Con tantos rostros como estilos, entre los más lúdicos, se encontraban los Hombres G. Auténtico fenómeno fan de su época que se tradujo incluso en el rodaje de dos películas. Aunque más de uno apuntará la relación de parentesco entre el cantante del grupo, David Summers, y el director de los dos largometrajes, Manuel Summers, lo cierto es que el grupo tuvo un innegable tirón, sobre todo entre las jovencitas de su época. Tanto, que unos 30 años después del rodaje de la primera de ellas, fueron muchas las ya no tan adolescentes que, acompañadas por maridos, hijos o simplemente amigas, acudieron a Guadalajara para disfrutar de una actuación de esas en las que no importa la novedad, sino las letras que están bien arraigadas en el corazón de las seguidoras -porque en este caso el género neutro tiene mucho más sentido  en femenino- del grupo.
Nadie espera de los Hombres G que publiquen un nuevo y revolucionario tema. Es más, escucharlo en un concierto sería casi una concesión de esas que se hacen a un ser querido, como si de una mentira piadosa se tratara. Porque a estas alturas de la música, los de David Summers ya forman parte de la vida de muchos, sobre todo de su juventud, y eso conecta por la línea rápida con el corazón con canciones como Sufre Mamón, Voy a pasármelo bien, Venecia o Marta tiene un marcapasos.
Acompañados por el buen sonido que ha venido caracterizando a los últimos conciertos celebrados en la capital los asistentes pudieron disfrutar plenamente de todas esas canciones. Además, al ser un concierto de pago, la fidelidad del público estaba garantizada. No hacía falta calentar demasiado a las asistentes para que se arrancaran a disfrutar. A veces uno piensa que las fiestas son para los jóvenes, para quienes no tienen obligaciones, pero conciertos como el de ayer hacen que las fiestas sean también de quienes sólo pueden ‘escaparse’ de las obligaciones durante una noche. Gracias a ellos se recuerdan otros tiempos, de libertad, de ilusiones y desenfreno, momentos a los que muchos regresaron  gracias a esa máquina del tiempo que fueron los Hombres G.