Los gancheros

Cuando se conoce bastante bien te bien el escenario del recorrido de la fiesta ganchera a lo largo de los términos de Peralejos de las Truchas, Taravilla, Poveda de la Sierra, Peñalén y Zaorejas no se acuerda uno del canto en prosa que de ese duro y peligroso oficio hizo José Luis Sampedro  con su conocida novela El Río que nos lleva, sino que la imaginación se recrea y saborea la evocación de esos sugestivos paisajes del Alto Tajo; ese conocimiento es el que me ha permitido escribir el romance de más de cien versos que a este río he dedicado, igual que he hecho con todos los demás ríos de la provincia y algunos destacados riachuelos. Conozco el Tajo desde su nacimiento en Fuengarcía, Teruel, a menos de un kilómetro del término de Orea, hasta su desaparición en la provincia de Madrid poco después de la represa de Driebes. El río Tajo es el de más largo recorrido por la provincia, 205 kilómetros, así como el río Cifuentes y el Hoceseca, ambos con 14, son los más cortos. Nosotros sí que podemos llamarle Padre Tajo porque recoge más del noventa por ciento de las aguas de Guadalajara para llevarlas al Océano Atlántico por el Mar de la Paja, en Lisboa. Sólo los ríos Mesa y Piedra, del Señorío de Molina, envían sus caudales al Ebro y luego al Mediterráneo a través del Jalón después de haber sido embalsados ambos en la Tranquera, provincia de Zaragoza. El Tajo nace en Fuengarcía, Teruel, a 500 metros del término de Orea. Nace como un chorrito (“meada de infante” le he llamado) que se filtra a pocos metros para reaparecer un poco más allá y no adquiere personalidad hasta recibir las aguas del Hoceseca, su primer afluente, en término de Peralejos. “Naces en Fuentegarcía- digo en su romance/ con ese nombre la llaman,/ que es una verde pradera/ demasiado urbanizada,/ donde tres provincias: Cuenca/ Teruel y Guadalajara/ apadrinan a un niñato/ que será el río de España.” Sirve de límite con Cuenca hasta el puente del Martinete, en Peralejos. Recibe por la derecha, dentro de Guadalajara, los ríos Cabrillas, Gallo y Cifuentes. Por la izquierda, sólo el arroyo de la Hoz, el Solana y el Guadiela. La cuenca hidrográfica del Tajo, sin incluir la de sus afluentes, comprende casi el cuarenta por ciento de la provincia. La Asociación Los Gancheros, aparte de recuperar la tradición de un oficio que no está al alcance de cualquiera dio identidad a una comarca singular de la provincia y sirve para incrementar la solidaridad entre sus componentes.