Los Grupos de Desarrollo Rural

Varios son los actores en la lucha por la revitalización del mundo rural aquejado del mal de la despoblación. Las administraciones públicas, a través de sus políticas y líneas de ayudas, son fundamentales. En nuestra región tenemos una ley pionera a nivel nacional y la incorporación al presupuesto de partidas de inversión específicas con este fin. La Diputación ha hecho balance esta misma semana de las operaciones realizadas en los 33 cajeros automáticos que ha instalado en otros tantos pueblos siendo artífice del programa ‘Como en casa’; el Gobierno Nacional invierte 12 millones para seguir desplegando el 5G en la provincia y la Junta de Comunidades, solo en estos últimos días, mejora el equipamiento en 24 bibliotecas de la provincia y ayuda a crear botiquines farmacéuticos en las zonas rurales. Son algunos botones de muestra de la implicación institucional, que incluye a Europa, en la prestación de servicios públicos.  El segundo son las personas que apuestan por vivir en un pueblo, fijando en él su residencia o emprendiendo un negocio. Ellos, los verdaderos protagonistas, necesitan todo tipo de ayudas para tener las mismas oportunidades y derechos que quienes optan por su vida en las ciudades y aquí juegan un papel imprescindible los Grupos de Desarrollo Rural que gestionan los fondos públicos para el medio rural,  elaboran estrategias para impulsar iniciativas que atraigan población, reivindican a los poderes públicos las necesidades de la gente, dirigen las oficinas técnicas que asesoran a los ayuntamientos para conseguir fondos europeos, hacen ver a los ciudadanos que pueden llevar a cabo sus proyectos... Los grupos, cinco en nuestra provincia, que recibirán en los próximos tres años  veinte millones de euros para acciones en los pueblos, son elemento de vertebración del territorio, pieza clave de una acción conjunta  de estas tres patas que ya está obteniendo resultados concretos en creación de población.