Manifestación contra el trasvase
Este domingo tenemos la oportunidad, la obligación, de estar en esa caravana de vehículos entre Chillarón del Rey y Alocén para mostrar al mundo como está el pantano del que siguen y siguen llevándose agua.
Alrededor de trescientos hectómetros cúbicos de agua han sido derivados en los dos últimos años, mediante una veintena de trasvases, desde la cuenca del Tajo hasta la del Levante, desde un embalse de agua que no llega ni al 20% de su capacidad de almacenamiento con destino a una zona, como ha pasado ya en 2017 en dos ocasiones, inundada de agua y nieve. Lo que la naturaleza regala no se aprovecha, las infraestructuras hidráulicas ya construidas como las desaladoras no se utilizan y mientras tanto el río Tajo, en gran parte por su escaso caudal, presenta un alto nivel de contaminación, la zona de los pueblos ribereños se desertiza y su economía va a la ruina. La culpa, sin remontarnos más en el tiempo, el actual Memorándum del Tajo, las ineficaces reglas de explotación del trasvase y la ley que los ampara que en la práctica hace prevalecer los intereses de la cuenca receptora frente a la cedente. Las soluciones, el diálogo desde la unidad política ahora inexistente en la provincia y en la región con las comunidades autónomas de Valencia y Murcia y la contemplación en el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha de los derechos de la región en materia de agua. Basta ya de intercambio de declaraciones entre los partidos políticos de nuestra zona en lugar de sentarse para hacer un planteamiento conjunto al resto de España. Pero si algunos políticos miran a las conveniencias de sus siglas antes que a las de los ciudadanos que representan, éstos tampoco salen de manera multitudinaria a las calles a expresar su indignación y rabia. Este domingo, y es la primera de una serie de movilizaciones de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, cuyo esfuerzo hay que resaltar, tenemos la oportunidad, la obligación, de estar en esa caravana de vehículos entre Chillarón del Rey y Alocén para mostrar al mundo como está el pantano del que siguen y siguen llevándose agua. Esta protesta debe ser también motivo de recuerdo agradecido y homenaje a Elena de la Cruz que en sus casi dos años como consejera visitó la zona varias veces, presentó recursos judiciales y alzó su voz en defensa de su región.